19/07/2022
Casa Chakte presenta en su segunda edición: "Salvando una vida a través de mis huellas".
Testimonio 6to.
Siempre fui una persona que le gustaba hacerse notar, trataba de destacarme en los bailes, en las ferias, me arreglaba, disfrutaba el estar con mis amistades, con la carrera que estaba estudiando y así mismo con toda persona que me rodeaba. Iba al gimnasio, practicaba voleibol, era alumna destacada en calificaciones y competitiva, pero sana, siempre ayudaba cuando alguien tenía dudas, en fin.
Un día empecé con mucha migraña, la migraña empezaba desde que despertaba, hasta que lograba conciliar el sueño, y así eran todos los días.
Afecto mi relación y decidí terminarla, pues me enfoqué más en terminar la carrera. Hago pausa, pues mi mamá influyo mucho en este punto, pues desde que estaba en la secundaria me hacía creer que yo no iba a poder terminar la carrera, siempre me decía que me iba a embarazar y mi frustración fue tanta que decidí enfocarme a lo que creía que en serio me iba a hacer exitosa. Entre a la prepa y fue lo mismo, tú no podrás, te vas a embarazar, terminé y me fui a la universidad.
Cuando entre a la universidad, decidí irme a estudiar a otro lado, iba a fiestas, pero siempre tranquila, me divertía sano, salía, estaba bien, hasta que llego 3.er cuatrimestre y estaba a punto de irme a nivelación de una materia, recuerdo que lloré tanto y hable con mi mamá y ella me empezó a culpar por no ser inteligente.
Recuerdo que le colgué y dije de aquí en adelante no me vuelve a pasar y así fue, llego 7.º cuatrimestre y tuve la peor crisis.
Era la hora de la comida, fui a la cafetería y todo estaba bien, llegué al salón, el ritmo cardiaco me empezó a aumentar, empecé a sudar frío; ya me conocía, se me bajo la presión. Me pasaba cuando estaba estresada, salí del salón a unas banquetas y lo siguiente que recuerdo es a mi mejor amiga, tomándome la mano, iba en una camilla, llegue al hospital, me hicieron electrocardiogramas, me inyectaron, tenía oxígeno y hasta ese punto, nadie me decía que me estaba pasando.
Más tarde llegaron los doctores, yo ya estaba consciente y me dijeron que había tenido un ataque de ansiedad.
Para mí fue la cosa más estúpida que había escuchado, me dieron de alta y me fui a casa. No contenta con lo que me habían dicho. Empecé a tener cuadros de migraña aún más fuertes, empecé a llorar sin sentido, me empecé a encerrar, estaba de mal humor.
Hasta que un día decidí pedir una cita con el psicólogo de la escuela, me sirvió tanto, que ya estaba más tranquila.
Después empezó pandemia, relativamente durante el primer año de pandemia estuve tranquila, deje ir a terapia.
El siguiente año de pandemia me muevo de ciudad a terminar la carrera, sin el apoyo económico de mi madre, solo el de mi pareja y mis suegros, termino la universidad y ahora me toca el mundo laboral.
Fue pésimo, no conseguía trabajo, y aunque mi pareja jamás me exige, para mí siempre fue importante en una relación el también aportar.
NO tengo la intención de ser ama de casa, así que me ponía en ese plan de pensar que tenía una carrera, porque no consigo un trabajo.
Y empecé de nuevo a no dormir, a comer de más, dejé de hacer ejercicio, subí mucho de peso, tenía ronchas en todo el cuerpo y eso me deprimía más. Llegue al punto de hablarle a mi hermana y decirle ya no puedo más, ya no quiero estar aquí, no quiero y no puedo.
Mi hermana y mi pareja muy preocupados empezaron a buscar ayuda, no les gustaba dejarme sola, por miedo a que yo hiciera algo malo conmigo, pero para ese momento la ansiedad me había consumido tanto, que tenía problemas de sobrepeso, tuve contractura en 2 vértebras del cuello y en serio me sentía tan cansada y tan mal, que no tenía fuerzas para pensar en quitarme la vida, pero si para buscar ayuda.
Cuando por fin pedí ayuda fue cuando ya estaba en el punto más bajo de mí, consideraba que estaba en el peor momento y solo puedo agradecerle a mi pareja, y a mi hermana por jamás despegarse de mí. Por darme palabras de aliento, por hacerme videollamadas aun en la distancia, por siempre caminar conmigo en ese momento donde físicamente no estaba bien y emocionalmente tampoco. Mi pareja contactó a Casa Chakte, por recomendación, fui de inmediato y recuerdo que solo en ese momento lloré a moco tendido y le dije como me sentía realmente, me ayudo, me escucho, me dio ejercicios y gracias a Él, a su terapia, a mi pareja y a mi hermana. Llevo casi 7 meses, sin un episodio como los anteriores.
Todo a marchado mejor, empecé el año con el pie derecho, mi novio me propuso matrimonio, en enero también conseguí un trabajo, volví a hacer ejercicio, duermo mis 8 horas, me alimento mejor, voy a terapia una vez al mes, creo que todo ha marchado bien.
Vivo más tranquila, relajada, soy creyente que la salud mental es importante, y que, aunque parezcamos un cactus, por más espinas que demostremos tener, siempre, siempre vamos a necesitar amor, que nos escuchen, estoy en una relación en donde todo es mutuo y estamos luchando desde 0 por un futuro juntos.
Solo puedo decirle a César que él me salvo, pues me dio otra perspectiva de la vida, me abrió otro mundo.
Vayan a terapia, es la mejor decisión e inversión que podrán hacer, nunca escojan el camino fácil, siempre griten, peleen, que nuestras ganas de vivir sean más fuertes que nuestros pensamientos.
Adriana S.