
05/08/2025
💔 “Pensé que mi mamá quería más a mi hermano…”
Y no… no era favoritismo.
Era una herida que yo no conocía.
Cada hijo conoce una versión distinta de su madre.
Uno la conoció fuerte… otro cansada.
Uno la hizo reír… otro llorar.
Uno llegó cuando aún soñaba… y otro cuando ya se le notaban las renuncias en la mirada.
No era que quisiera más a uno…
Es que cada uno ocupó un rincón distinto de su alma.
🧩 Uno necesitó más tiempo.
🧩 Otro más paciencia.
🧩 Y hubo uno que solo necesitaba que ella no se quebrara… y por eso ella fingía estar bien.
A veces creemos que mamá tiene un favorito porque vemos el abrazo… pero no la historia.
Vemos el silencio… pero no todo lo que tuvo que callar.
Vemos que da más… sin notar a quién más le dolió.
Porque sí:
El hijo que más abrazos recibió, tal vez fue el que más roto estaba.
El que parecía tenerlo todo fácil, quizás era el que más se perdió en el camino.
Y el que nunca pedía nada… fue el que aprendió a no necesitar.
Una madre no ama con justicia matemática.
Ama con lo que tiene.
Con lo que le queda.
Ama desde el cansancio, desde la intuición, desde el miedo a fallar.
¿Alguna vez te preguntaste por qué no te abrazó más?
Tal vez pensó que eras fuerte.
Tal vez ya no le quedaban fuerzas.
Tal vez también esperaba un abrazo tuyo…
Ella fue mujer antes que madre.
Fue hija antes que guía.
Y tuvo que aprender sola a repartir su alma entre varios sin romperse por completo.
No juzgues su amor por lo que hizo.
Valóralo por lo que sacrificó en silencio.
Por las lágrimas que secó sin que vieras.
Por las veces que prefirió dolerse sola, para que tú no te sintieras culpable.
✨ Y si todavía la tienes contigo… mírala de nuevo.
Tal vez no era falta de amor.
Era que te estaba cuidando… a su manera.
No esperes a perderla para entenderla.
No esperes ser padre o madre para perdonarla.
Y no esperes más para decirle lo que siempre quiso oír:
“Gracias, mamá. Por amarme… incluso cuando no lo entendí.”
📌 Cada hijo ocupa un lugar distinto en el corazón de mamá…
Y aunque no todos lo entiendan igual, ese amor siempre estuvo ahí.
Solo que hablaba diferente.
Créditos al autor.