30/05/2025
La hija que no da problemas…
¿Te tocó ser ésa hija?
Esa que parece que todo lo tiene resuelto, que no necesita que estén detrás de ella, que la cuiden o le recuerden sus responsabilidades, ésa que no le preocupa a los papás porque “es muy madura y responsable”. Bueno, es probable que ésa hija, ahora este llena de ansiedad.
Cada vez que alguien me dice que sus niños, niñas son “muy maduras” me preocupo tanto. Es que madurez e infancia son contrarios entre sí. Si existe una etapa en la que es necesario ser inmadura es la infancia y tiene sus motivos, por eso, cuando alguien está siendo madura en ésa etapa, significa que algo no está del todo bien.
Claro que es muy cómodo para los adultos que las infancias sean “maduras”, porque eso significa menos trabajo para nosotros, pero tiene un costo altísimo para los y las pequeñas.
Ésa hija que no da problemas, probablemente:
-Aprendió que no puede depender de nadie.
-Que sus emociones van después de los que la rodean.
-Suelen quedarse con lo que siente, porque decirlo puede ser una carga para sus seres queridos.
-No está acostumbrada a ser vista, entonces seguirá pretendiendo que puede con todo, aunque no sea así.
Todo esto hasta que un día, se vuelve insostenible, y cuando se convierte en adulta, tiene dolor crónico, migrañas, enfermedades autoinmunes, cansancio crónico, ansiedad, todo esto por acostumbrarse a vivir incómoda para que los demás estuvieran cómodos, y además, se lo celebraban: “mira qué madura eres, tan responsable, tan sabia, tan ordenada, tan obediente…”
Ésa pequeña aprendió que lo que ella necesitaba, no era tan importante como lo que requerían los demás.
Si tú fuiste ésa hija que “no dió problemas”, abraza a ésa pequeña que creyó que tenía que ser madura, que creyó que tenía que crecer rápido. Escucha sus necesidades y dale permiso de tener una red de apoyo.
Recuerda que si necesitas ayuda profesional, siempre puedes llamarnos.
Te abrazo con amor y abrazo a esa pequeñita que quizá ahora,