
30/07/2025
1️⃣ Ella empezó a levantarse a las 6:00 para salir a correr. Él seguía durmiendo hasta las 10:00. Ella se inscribió en el gym. Él decía: “Pues yo estoy bien así.” Ella tomó cursos, empezó a invertir, dejó atrás las pláticas de ropa y chismes. Y él se quedó en los memes y los videojuegos. Hasta que una noche, en la cena, ella lo entendió: ya no iban en la misma dirección. Él no era malo. Solo que él se quedó en un lugar donde a ella ya le quedaba chico.
2️⃣ El crecimiento de uno siempre resalta el estancamiento del otro. Cuando uno se enfoca en avanzar y el otro se queda en el “así estamos bien”, entre ellos se abre un abismo. Uno escucha podcasts o conferencias; el otro pasa horas scrolleando videos en su cel. Uno sueña con viajar a otro país; el otro solo se queja de los precios del súper. No es un tema de “sentirse superior”. Es cuestión de rumbo. Donde no coinciden las ganas de crecer, pronto dejarán de coincidir las miradas.
3️⃣ Las rupturas de verdad no hacen ruido. Tú hablas emocionada y él solo responde con un “ajá”. Tú con los ojos brillando, y él bostezando. Él se ríe con un video, mientras tú lees sobre cómo construir tu futuro. No hay drama. Pero dentro de ti, algo se apaga. Dejas de buscarlo, no porque ya no ames, sino porque ya no hay soporte a tu lado. Solo rutina. A tu lado ya no está alguien con quien avanzar, sino alguien con quien “toca quedarse”.
4️⃣ Te quedas callada. No porque todo esté bien, sino porque ya es inútil. Porque él siempre dirá: “Otra vez estás exagerando.” Y ahí, algo se apaga. Dejas de admirarlo. Y cuando dejas de admirar, dejas de desear. Y cuando dejas de desear, empieza la traición. Primero a ti misma. Después, a la relación. Y sigues a su lado… pero por dentro sabes: tú fuiste la primera en irte.
5️⃣ Lo más honesto que puedes decir:
"Tú no tienes la obligación de cambiar. Pero yo tampoco tengo la obligación de quedarme."
Las relaciones no son “para siempre”. Son “mientras vayamos hacia el mismo lugar”. Puedes quedarte en el mismo sitio. Pero pierdes el derecho a que yo me quede contigo. Porque el amor no es solo sentir. También es avanzar. Y el amor sin movimiento se vuelve rutina. Una rutina donde ya no estás tú de verdad.
No traicionas cuando eliges seguirte a ti misma. Traicionas cuando te quedas donde ya no queda nada de ti.
Créditos a su autor.