10/04/2025
«Una nalgada no le hace mal a nadie» o «lo que necesita es una nalgada» son muchas frases que todavía escuchamos con frecuencia.
Cuando educamos con agresión estamos construyendo un cerebro con una base de temor. Y un cerebro que estará desarrollando bases DÉBILES Y VULNERABLES para afrontar la vida y para aprender.
¿Por qué bases débiles y vulnerables? Bajo la premisa que los primeros años de vida se construye el cerebro, les voy a contar las áreas cerebrales científicamente comprobadas, que se activan ante el temor y la amenaza.
🧠 La AMÍGDALA, es la que juega el papel clave en la búsqueda y detección de señales de peligro. Es como el "detector de humo" cuando veo conductas en mis padres que se asocian a cuando se ponen agresivos. (Cerebro del niño: mamá/papá está gritando mucho y se me está acercando).
🧠La ÍNSULA, integra información cognitiva, sensaciones fisiológicas (que vengan de la amígdala) y predice y anticipa lo que pasará (cerebro del niño: está furioso y se me acerca... me va a pegar).
🧠La CORTEZA CINGULADA ANTERIOR DORSAL es la que determina la importancia que tiene el estímulo que se presenta y hace que dirijamos la atención a este (Cerebro del niño: me duele cada vez que me pega, me da mucho miedo, haré lo posible para evitarlo).
🧠La CORTEZA PREFRONTAL DORSOLATERAL, nos ayuda a regular el miedo como mecanismo de "adaptación" para sobrevivir (Cerebro del niño: me quedaré aquí quieto, no voy a llorar tanto porque si lo hago me pegará de nuevo y gritará).
Y es así como todas esas zonas se activan en cuestión de segundos, a través de muchísimas conexiones neuronales para sobrevivir y sobrellevar la situación.
👀Es así como se va tejiendo una red neuronal que aumenta el nivel de cortisol en el niño, que va dañando su potencial, que va repercutiendo en su aprendizaje y desarrollo y que lo va haciendo más vulnerable a enfermedades mentales.
🚫Nadie nunca necesita una nalgada.»
Créditos: Carina Castro, neuropsicóloga pediátrica.