05/05/2021
Cámara Hiperbárica, La oxigenoterapia hiperbárica consiste en respirar oxígeno puro en una cámara presurizada y se trata de un método no invasivo y sin dolor. En la cámara hiperbárica, la presión del aire se eleva hasta tres veces más que la presión del aire normal y, en estas condiciones, los pulmones pueden respirar más oxígeno de lo que sería posible respirando oxígeno puro a una presión de aire normal.
Es posible que nunca hayas oído hablar de la cámara hiperbárica ya que no es un instrumento médico demasiado conocido para la población general, pero es de mucha utilidad en determinados problemas médicos.
La cámara hiperbárica es un habitáculo hermético que está diseñado para soportar elevadas presiones en su interior. En unas ocasiones será la única indicación terapéutica para la curación de una afección y, en otras, se aplicará como parte de un tratamiento integral, junto a otras terapias o medicamentos.
Es un procedimiento que se realiza típicamente de forma ambulatoria, es decir, no necesita hospitalización del paciente.
¿Para qué sirve?
En ocasiones, cuando un tejido corporal se lesiona, pude requerir más suministro de oxígeno para sanar.
¿Cuándo se indica la cámara hiperbárica?
Es un tratamiento bien consolidado para las siguientes situaciones:
La enfermedad por descompresión, un riesgo en la práctica del buceo que padecen los submarinistas en el momento de ascender a la superficie.
La intoxicación por monóxido de carbono en envenenamiento de cianuro.
La existencia de burbujas de aire en los vasos sanguíneos (la denominada embolia gaseosa arterial).
Anemias graves (que no pueden ser resueltas mediante transfusiones de sangre).
Infecciones, del tipo abscesos o gangrena o lesiones cutáneas por aplastamiento.
Cura de heridas que no cicatrizan como consecuencia de la diabetes (como el pie diabético), las lesiones por radiación o las quemaduras.
Entre otras enfermedades, aun que lo más importante es mantenerte sano y que tus
El oxígeno que transporta la sangre a todo el cuerpo ayuda a combatir las bacterias y a estimular la liberación de sustancias en los tejidos corporales llamadas “factores de crecimiento”, que favorecen la cicatrización.