
02/08/2025
Aunque sabemos que amamantar es una práctica fundamental para el desarrollo infantil, hoy quiero destacar especialmente cómo la lactancia materna contribuye a fortalecer la salud respiratoria de nuestros niños.
La leche materna no es simplemente alimento; es una fuente viva de protección inmunológica. Desde la primera gota de calostro, el bebé recibe anticuerpos, células inmunes y compuestos antiinflamatorios que lo preparan para enfrentar los desafíos del mundo exterior, especialmente los que afectan su sistema respiratorio.
Numerosos estudios científicos han demostrado que los bebés amamantados tienen menor riesgo de sufrir infecciones respiratorias agudas como la bronquiolitis, la neumonía o las infecciones del tracto respiratorio superior. Esto se debe a que la leche materna contiene inmunoglobulina A (IgA), lactoferrina, lisozimas y otros componentes que forman una barrera protectora en las mucosas respiratorias del bebé.
Además, la lactancia materna tiene un efecto a largo plazo. Hay evidencia que sugiere que los niños amamantados tienen menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas respiratorias, como el asma. Se cree que esto ocurre porque la leche materna modula la respuesta inmunológica del niño, reduciendo la inflamación y evitando reacciones alérgicas exageradas.
También debemos considerar el impacto indirecto: al reducir la frecuencia de infecciones respiratorias en los primeros años, disminuyen las hospitalizaciones, el uso de antibióticos y los episodios de daño pulmonar que pueden tener consecuencias duraderas.
Por eso, apoyar la lactancia materna no es solo un gesto de salud infantil, es una estrategia de salud pública. Implica garantizar que las madres tengan información, tiempo y espacios seguros para amamantar. Significa proteger el derecho del niño a comenzar la vida con el sistema inmunológico más robusto posible.
En conclusión, la lactancia materna es mucho más que un acto de amor: es una inversión en la salud pulmonar de nuestros niños, una barrera contra las enfermedades respiratorias y un escudo protector para el futuro.
Promovamos, defendamos y apoyemos la lactancia materna. Porque respirar salud empieza desde el pecho.