
08/07/2025
Hace unos días llegué a otro país.
Una versión pasada de mí no se lo habría creído.
Y, aunque es un viaje especial, al inicio sentí algo extraño:
como un n**o en el estómago, una desconexión total…
lo que suelo llamar “náuseas por la vida”.
Mi esposo lo notó.
Pensó que no me importaba.
Y yo también me pregunté:
¿por qué me siento así, si esto es algo bueno?
Lo entendí después.
Estaba rompiendo el molde de quien fui.
De la Rubí que creció en carencia, que nunca pensó en pasaportes, vuelos ni dólares.
Y cuando eso cambia… el cuerpo no siempre sabe cómo reaccionar.
A veces crecer duele.
No porque no lo quieras.
Sino porque una parte de ti sigue adaptándose a lo que ahora sí es posible.
🌿 Hoy me siento más presente.
Más agradecida.
Y también más consciente de que sanar no siempre se siente como felicidad inmediata…
A veces se siente como confusión, incomodidad y mucho silencio.
Si a ti también te ha pasado, quiero que sepas que no estás sola.
Eso que sientes, también es parte del camino.