25/06/2025
¿Vacío o insatisfacción? Quizás sea la trampa del "debería".
Esa sensación de que algo falta, de que ves a otros disfrutar y tú no, a menudo no es tristeza. Es una conducta aprendida, reforzada por comparaciones, reglas rígidas y expectativas inalcanzables.
El vacío no aparece de la nada. Se manifiesta con:
Comparaciones: "Ellos sí viven, yo no".
Evaluaciones: "Mi vida no tiene sentido."
Sensaciones físicas: apatía, fatiga.
Conductas evitativas: distracción, comer sin hambre.
Esto no es un defecto tuyo; son respuestas automáticas que se han reforzado con el tiempo.
¿Y si lo valioso no siempre se siente "bien"?
Esperar la plenitud para actuar es una trampa. A veces, la valentía está en seguir adelante incluso sintiéndote incómodo. No necesitas disfrutar para que algo tenga valor, ni entenderlo todo para aprender, ni sentirte "bien" para avanzar.
Redefiniendo "disfrutar".
Disfrutar no es solo euforia. Es estar presente: notar, conectar, sentir incluso el dolor, o quedarte cuando quieres huir. Prueba esto: haz una lista de momentos significativos, aunque no "felices". Pregúntate si fue falta de placer o algo más profundo.
No necesitas una "gran vida", solo pequeños actos valiosos.
No estás perdiendo tu vida si no estás en una fiesta o de viaje. Estás viviendo cuando riegas una planta, cuidas tu cuerpo o te das cinco minutos de silencio. El sentido se construye en pedacitos.
Ejercicio para hoy:
Haz algo breve (comer una fruta, ver por la ventana) y observa tres cosas sin juzgarlas, solo notándolas. Quizás ahí, sin darte cuenta, había algo valioso. Si no sientes nada especial, está bien. Estás aquí, y eso también cuenta.
Inicia tu proceso con nosotros, informes y citas: 6392318643