
19/08/2024
Hace un tiempo, mientras veía una película, presté especial atención a una secuencia en la que se hacía referencia al origen de una de las heroínas. Sin saberlo, ella era el producto de una relación extramarital de su madre con un hombre que la comunidad despreciaba por su actitud humillante y desafortunada. Esto aparentemente le provocó un sentimiento de desprecio tanto hacia su madre como hacia sí misma; no lograba concebir cómo su madre pudo haberse involucrado con alguien tan deleznable como su padre.
La respuesta de su interlocutor fue categórica: tanto su madre como su padre biológico eran personas con grandes fallas en su historia, y lo peor era su incapacidad para reconocerlas. Sin embargo, de personas con tales defectos surgió alguien que él consideraba tan perfecta, que este simple hecho lo llevó a reconsiderar todas sus creencias sobre las personas.
La reflexión sobre la improbable cadena de eventos que condujo a la existencia de esta mujer lo llevó a comprender que cosas hermosas y significativas pueden surgir de circunstancias caóticas, defectuosas y dolorosas.
Considero esta secuencia como la antesala que da contexto a la siguiente observación clínica:
Durante una charla con la mamá de mi paciente, ella comenzó a relatarme cómo había sufrido abusos y abandono en situaciones en las que su lógica dictaba que debía sentirse protegida. Compartió un largo historial de ejemplos y contextos dolorosos. En algún punto, llegó a la parte que más angustia le genera: su temor de no ser capaz de amar y cuidar adecuadamente a su hija, de enseñarle a ser alguien de bien, porque sus padres no le enseñaron cómo hacerlo. Le preocupa profundamente que su hija tenga que padecer lo mismo que ella.
Cuando sentí que era el momento adecuado, le dije: "Lamento mucho las cosas que la niña que fuiste tuvo que pasar. La falta de empatía y cariño que mencionas por parte de tus padres parece haber causado, y para fines prácticos aún causa, sufrimiento. Es normal que te preocupe la posibilidad de ser la causa de que tu pequeña sienta lo mismo que tú me compartes hoy. Sin embargo, creo que las desafortunadas experiencias que viviste son precisamente las que te permiten estar atenta a las necesidades de quien consideras la persona más importante en tu vida. El hecho de que tu origen sea tan catastrófico no garantiza que repetirás todas esas fallas."