
09/07/2025
“No te duele hoy… pero puede doler mañana.”
Ana tiene 29 años.
Se considera sana, activa, sin antecedentes preocupantes.
Durante años dejó pasar sus chequeos ginecológicos.
“No siento nada raro”, decía.
Y en su cabeza, la citología era solo una molestia,
algo incómodo, innecesario, postergable.
Un día notó algo diferente:
flujo constante, leve ardor, algo que no era normal.
Fue a consulta.
La ginecóloga le realizó el examen y vio una lesión sospechosa.
Tomaron una muestra.
El resultado llegó semanas después:
Lesión intraepitelial escamosa de alto grado.
No era solo una inflamación.
No era solo una bacteria.
Era una señal de alerta temprana de cáncer de cuello uterino.
Ana no sabía si asustarse o culparse.
Ahora está en seguimiento.
Con tratamientos.
Con incertidumbre.
Con el peso de pensar:
“¿Y si me hubiera hecho la citología antes?”
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🧬 Hacerse una citología no toma más de 10 minutos.
Y puede darte años de vida.
Postergarla puede costarte más que tiempo…
Puede costarte la salud. O la vida.
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⚠️ Contenido con fines exclusivamente médicos y educativos. Algunas imágenes pueden ser sensibles. Consulta siempre a tu ginecólogo o médico de confianza.