22/09/2025
La Maestra Sombra en México: dignidad profesional, justicia salarial y responsabilidad social
Manifiesto desde la experiencia de CEPAC, A.C. Por: Benjamín E. Salgado López
Introducción: una figura invisible pero imprescindible
En las aulas de educación básica y en los servicios de apoyo a la educación especial, miles de niñas, niños y adolescentes enfrentan barreras que limitan su participación y aprendizaje. Frente a este reto, la Maestra Sombra —también conocida como asistente educativa o persona de apoyo personal— se ha convertido en un agente de inclusión fundamental. Su labor consiste en acompañar, intervenir y mediar entre el estudiante, la familia, la escuela y los profesionales de la salud para garantizar que el derecho a la educación sea una realidad.
En el Centro Psicológico de Atención Comunitaria, A.C. (CEPAC) hemos sido actores en este proceso durante 18 años de trabajo ininterrumpido, ofreciendo el servicio de Maestras Sombra y formando a cientos de profesionales que hoy colaboran en escuelas, familias y comunidades. Desde nuestra experiencia, conocemos a fondo tanto el valor incalculable de su labor como la precariedad económica en la que muchas veces se desempeñan. En esta ocasión busco aportar datos, análisis legal y una reflexión ética que convoque a familias, escuelas y gobiernos a reconocer y remunerar de manera justa a estas profesionales.
1. Contexto legal: el salario mínimo como punto de partida, no como meta
La Ley Federal del Trabajo (LFT) establece en su artículo 90 que nadie puede recibir menos del salario mínimo por una jornada completa de trabajo. En 2025, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) fijó los siguientes montos:
***Resto del país (zona centro y sur): $278.80 pesos diarios, equivalentes a aproximadamente $8,360 pesos mensuales.
***Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN): $419.88 pesos diarios, equivalentes a aproximadamente $12,600 pesos mensuales.
Estos son pisos legales para cualquier trabajador. Sin embargo, la LFT también exige que el salario sea “remunerador”, es decir, suficiente para cubrir las necesidades materiales, sociales y culturales de una familia. En este sentido, el mínimo legal debe ser visto como punto de partida, no como meta, especialmente cuando se trata de profesiones de alta responsabilidad.
2. La NOM-035 y el factor de riesgo psicosocial
La Norma Oficial Mexicana NOM-035-STPS-2018 obliga a los empleadores a identificar y prevenir riesgos psicosociales en el trabajo. La Maestra Sombra enfrenta altas demandas cognitivas y emocionales: atención constante a un niño o adolescente con discapacidad, manejo de conductas disruptivas, coordinación con padres y docentes, y exposición frecuente a crisis.
Este perfil no puede equipararse a un empleo genérico de salario mínimo. De hecho, el riesgo y la especialización justifican una remuneración superior, tal como ocurre en otras profesiones de cuidado directo (psicología, enfermería, educación especial).
3. Datos de mercado: una realidad por debajo de la ley
Diversas plataformas de empleo reportan que los honorarios de maestras sombra o asistentes educativas en México oscilan entre $4,000 y $9,000 pesos mensuales en el centro del país, y entre $6,000 y $12,000 pesos mensuales en la frontera norte. Estas cifras, en la mayoría de los casos, no alcanzan el mínimo legal si se comparan con una jornada completa.
La causa principal es la situación económica de las familias y la ausencia de iniciativas de gobiernos para ser congruentes con las garantías a favor de los derechos humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes con Discapacidad. Y por supuesto, esto provoca la contratación informal: muchas maestras sombra trabajan por honorarios, sin seguridad social, sin prestaciones y con jornadas parciales que no se reflejan en un pago proporcional justo.
4. Cálculo de un salario justo y legal
A partir de los salarios mínimos vigentes, de los tabuladores de la SEP para plazas técnicas y del principio de remuneración digna, un piso justo para jornada completa debería ser:
Zona Centro del Pais
Salario mínimo 2025
$8,360 MXN/mes
+ Ajuste por especialización*
+20–30 %
Salario mínimo justo sugerido
$10,000 – $11,000 MXN/mes
Zona Libre Frontera Norte
Salario mínimo 2025
$12,600 MXN/mes
+ Ajuste por especialización*
+20–30 %
Salario mínimo justo sugerido
$15,000 – $16,500 MXN/mes
*El ajuste refleja el grado de formación en psicología o educación especial y el riesgo psicosocial reconocido por la NOM-035.
IMPORTANTE:
Para jornadas parciales (4 horas diarias), el rango proporcional debería ser:
Centro: $5,000 – $5,500 MXN/mes
Frontera Norte: $7,500 – $8,200 MXN/mes
Estas cantidades representan el MÍNIMO ético y legal. Menos de ello significa precarizar a profesionales cuya labor es esencial para la inclusión educativa.
5. Corresponsabilidad: familias, escuelas y profesionales de la salud
El debate sobre los honorarios de las Maestras Sombra no puede ignorar la realidad económica de las familias que requieren este apoyo. Muchas enfrentan gastos médicos, terapias y materiales especializados. En CEPAC, conscientes de estas limitaciones, hemos subsidiado parcial e históricamente este servicio, siempre menos de lo que legalmente correspondería, para que ningún niño quede sin acompañamiento por falta de recursos.
También en CEPAC, comprendemos la situación de las escuelas, que lidian con grupos cada vez más heterogéneos y con cargas administrativas crecientes. La presencia de una Maestra Sombra alivia la presión sobre el docente titular, mejora el clima escolar y favorece la verdadera inclusión. Sin embargo, esta corresponsabilidad no debe traducirse en salarios indignos para quien asume la tarea más directa y personalizada.
6. CEPAC: 18 años de experiencia y compromiso social
Desde nuestra fundación, en CEPAC hemos acompañado a las familias con transparencia y sostenido una política clara:
Formación profesional de Maestras Sombra basada en modelos de intervención neuroconductual y bioecológico.
Acompañamiento integral a familias y escuelas.
Solidaridad económica, aun cuando ello signifique ingresos por debajo de los costos reales.
Este modelo comunitario ha permitido que cientos de niños en Ensenada, Tijuana y otras regiones del país accedan a la escuela regular, demostrando que la inclusión es posible cuando sociedad civil, familias y profesionales trabajan juntos.
7. Llamado a la acción: políticas públicas para la inclusión real
El reconocimiento económico de las Maestras Sombra no puede depender exclusivamente de las familias. Es urgente que el Estado mexicano, a través de la SEP, las Secretarías de Trabajo y las legislaturas estatales, adopten medidas concretas:
Crear plazas oficiales de apoyo personal en escuelas públicas, con salario homologado a los tabuladores de educación especial.
Otorgar subsidios o becas a las familias para cubrir los honorarios de acompañamiento escolar.
Normar la contratación y SUBSIDIAR a Asociaciones Civiles como CEPAC para garantizar honorarios que respeten el mínimo legal y prestaciones sociales en corresponsabilidad. CEPAC, A.C. atiende a solo entre 3 y 4 familias, de cada 10 que requieren este servicio de apoyo a favor de la inclusión y autonomía de niños, niñas y adolescentes con discapacidad en el entorno escolar.
Reconocer la figura profesional de la Maestra Sombra en la Ley General de Educación y en la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Dignidad para quienes sostienen la inclusión
La verdadera inclusión educativa no se logra solo con buenas intenciones, y mucho menos criticando a quienes si estamos luchando en el dia a dia por la verdadera inclusión. Esto requiere personas preparadas, protegidas y bien remuneradas. La Maestra Sombra es un puente entre la familia, la escuela y el sistema de salud; una mediadora entre microsistemas que, al integrarse, construyen el mesosistema de la sociedad inclusiva que México necesita.
En CEPAC sabemos que cada peso invertido en estas profesionales es una inversión en justicia social, derechos humanos y futuro. Por ello, hacemos un llamado urgente a gobiernos, legisladores, escuelas y sociedad civil para que reconozcan, regulen y financien este trabajo esencial.
La inclusión no puede seguir dependiendo solamente de Asociaciones, de la buena voluntad de las familias ni de la vocación sacrificada de las Maestras Sombra. Es tiempo de que su salario refleje su verdadero valor.
Psic. Benjamin E. Salgado López
Fundador de CEPAC, A.C.
Ex Director SDIF (2013-2016)