11/10/2025
Extracto de mis notas como psicóloga deportiva.
¿Por qué hablo de salud mental en el deporte?
Ayer fue el Día Mundial de la Salud Mental, y en lugar de solo compartir una frase bonita, me quedé pensando…
¿Y si abrimos una conversación real sobre lo que significa la salud mental en el deporte?
De lo que no sale en la tabla de posiciones, pero sí en el sueño, en el cuerpo, en el silencio, en el llanto escondido detrás del vestidor.
Llevo casi 18 años trabajando con atletas de todos los niveles: alto rendimiento, profesionales, universitarios y amateur, y aprendí algo que va más allá del rendimiento:
El deportista no solo entrena músculos… entrena deseos, miedos, presiones, historias personales e inconscientes.
Por eso hoy lo digo con claridad: sin salud mental, no hay rendimiento.
Podemos tener toda la preparación física y técnica, pero si internamente el atleta está lleno de culpa, ansiedad, miedo a fallar, necesidad de aprobación o conflictos internos… el cuerpo se bloquea.
¿Qué es salud mental en el deporte?
La OMS la define como: “Un estado de bienestar en el cual la persona reconoce sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad.”
Sin embargo, desde una mirada psicoanalítica y deportiva, esa definición se queda corta, me hace pensar: ¿Es suficiente para el mundo deportivo?
Porque he escuchado y vivido en mis consultas que en el deporte:
El cuerpo habla cuando la mente calla (lesiones, fatiga, bloqueos).
El rendimiento puede volverse identidad.
El rendimiento puede definir contratos, becas o futuro.
Ganar puede ser un mandato… o una forma de ser amado.
El fracaso puede sentirse como pérdida de valor personal.
La salud mental en el deporte no es solo rendir, es poder existir más allá del resultado.
Por eso creo que necesitamos una definición de salud mental específica para el contexto deportivo. No podemos medir igual al deportista recreativo, al universitario, al profesional o al de alto rendimiento. Sus presiones, ritmos de vida, sacrificios y expectativas son completamente distintos.
Entender al atleta es mirar su mundo interno. Cuando inicié esta profesión, los deportistas eran considerados “de los más sanos” de la población, desde una mirada ignorante, de alguna forma.
En 2013 investigué los trastornos psicológicos en atletas de alto rendimiento… y descubrí que casi nadie hablaba de esto. Los psicólogos no escribíamos sobre esto, pocos lo hacían.
Era como si el deporte solo aceptara el cuerpo fuerte, pero negara el alma herida.
Hoy el silencio se ha roto. Gracias a atletas como Simone Biles, Naomi Osaka, Michael Phelps, Kevin Love han puesto palabras a lo que antes se reprimía. Y nos han mostrado que incluso en la cima del éxito… hay angustia, trauma, soledad, duelo, presión, deseo de renunciar.
Porque el atleta no es una máquina. Es un sujeto. Con historia, con inconsciente, con símbolos, con conflictos… como todos.
Gracias por leerme.
Psic. Adriana Guzmán