03/06/2025
“Mi pie se pudrió de un día para otro”…
La historia de Don Ramiro y la verdad detrás de su necrosis
Don Ramiro tiene 65 años.
Es diabético desde hace más de 20.
Nunca fue constante con sus controles, pero decía sentirse “bien dentro de lo que cabe”.
Tomaba su pastilla “cuando se acordaba”, caminaba poco y usaba los mismos zapatos gastados desde hacía años.
Un día llegó a urgencias cojeando, con la cara pálida y los ojos llenos de angustia.
—“Doctor, se me está pudriendo el pie. Anoche estaba bien… y hoy amanecí con el dedo negro.”
Estaba convencido de que su pie izquierdo había necrosado “de un día para otro”.
Pero la realidad era muy distinta.
Al quitarle la media, el panorama era claro:
Necrosis seca en el todos los dedos y parte de la pierna izquierda.
Piel negra, dura, sin riego.
Y alrededor… una úlcera venosa mal cuidada, con bordes inflamados, secreción purulenta, y signos de infección crónica.
Lo escuchamos, lo tranquilizamos… y le dijimos la verdad:
Eso no pasó de un día para otro.
La necrosis no aparece repentinamente, como por arte de magia.
Es el resultado de semanas o meses de mala circulación, daño progresivo y descuido.
En su caso, había dos enemigos trabajando juntos:
🔸 La diabetes mal controlada, que daña los nervios (neuropatía) y los vasos sanguíneos (microangiopatía), disminuyendo la sensibilidad y el flujo de sangre.
🔸 La insuficiencia venosa crónica, que causaba hinchazón, mala oxigenación del tejido y úlceras persistentes.
Lo que pasó fue que no sintió el dolor ni vio el daño a tiempo.
Y mientras dormía cada noche, su pie se iba deteriorando lentamente.
Hasta que un día, el tejido simplemente no aguantó más.
Y murió.
Tuvimos que hacerle un desbridamiento quirúrgico y luego una amputación parcial.
Pero esta vez, Don Ramiro cambió.
Comprendió que el cuerpo habla, aunque a veces en silencio.
Ahora viene a sus controles.
Se mide la glucosa.
Se cuida los pies todos los días.
Y cada vez que cuenta su historia, repite la frase que más le marcó:
—“No se me pudrió de un día para otro… se me murió de a poco, y yo no supe verlo.”
Mensaje médico:
Las lesiones tróficas, la necrosis y las amputaciones en pacientes diabéticos e insuficiencia venosa no ocurren de forma súbita.
Son la consecuencia de daño vascular progresivo, infecciones no detectadas y falta de sensibilidad.
La clave está en la prevención, el control glicémico y la vigilancia constante de los pies.