12/09/2025
Los dientes se cuidan con el cepillado y las emociones ✨️♥️
Una amiga me compartió una frustración que conozco muy bien: “...No entiendo qué está pasando, mi hijo mayor, es súper responsable con su higiene dental. Se cepilla tres veces al día, usa hilo dental, casi no come dulces. Lo hemos educado perfecto.”
“Pero el menor…” suspirando con esa expresión que conocen todas las madres exhaustas, “tenemos que estar correteándolo por toda la casa para que se cepille los dientes. Come golosinas a escondidas, se le olvida el enjuague bucal. Es un desastre.”
“¿Y cuál es el problema?”, le pregunté, aunque ya intuía la respuesta.
“... el grande que hace todo bien, tiene cuatro puntos de caries. Y el "desaseado", acaba de salir del dentista: cero caries. Perfecto.”
La miré y pedí hablar con los niños.
Cuando entraron los hermanos, el menor, me dijo con esa honestidad brutal de los niños: “¿Sabes qué? Yo creo que mi hermano tiene caries porque se cepilla mucho. Yo no me cepillo tanto y no tengo nada.”
Me empecé a reir, mientras su madre movía la cabeza, como diciendo no puede ser. El mayor, bajó la cabeza avergonzado. "Tu hermano tiene una observación interesante”, dije. “¿puedo contarles un secreto sobre los dientes?”
Ambos aceptaron con curiosidad.
“Los dientes no solo se cuidan con el cepillo. También se cuidan con las emociones. Dije al mayor ¿cómo te sientes cuando tienes que cepillarte los dientes?”
“Pues… tengo que hacerlo bien para que mamá no se moleste. A veces me da miedo no hacerlo perfecto.”
¿Y tú? Pregunte al menor
“Yo me cepillo cuando me acuerdo. No me estreso.” (Recontra "fresco").
Le expliqué a su madre: “Los dientes son como el primer sistema digestivo. Cuando un niño come desde la ansiedad de ‘hacer todo perfecto’, la boca se vuelve ácida. El estrés cambia el pH de la saliva.”
“Tu hijo mayor mastica cada bocado con la tensión de ser el ‘niño perfecto’. Y el menor mastica relajado, sin presión. Su boca produce saliva alcalina que protege naturalmente.”
Ella me miró incrédula: “¿Me estás diciendo que el perfeccionismo le está causando las caries?”
“Te estoy diciendo que no es solo qué comes o cómo te cepillas, sino cómo te sientes cuando comes y cuando te cepillas afecta la salud de tus dientes”
Le pregunté por su familia: “¿Cómo era la limpieza en tu casa de niña?”
“Mi madre era obsesiva. ‘Las niñas decentes siempre están impecables’. Si algo estaba fuera de lugar, se enojaba muchísimo. Mi abuela decía que ‘la limpieza es lo más importante después de Dios’.”
“¿Y con tu hijo mayor?…”
“Soy más exigente”, admitió. “Es el mayor, debe dar ejemplo.”
Comenté " Tu hijo no está cepillándose los dientes. Está cepillándose la ansiedad de ser perfecto para ti. El menor se cepilla los dientes, punto.”
Una semana después, me envió un mensaje: “Cambiamos todo. Mi hijo mayor ahora se cepilla sin presión, hacemos que sea divertido. Sus últimos puntos de caries se han estabilizado con solo sellantes. Y el pequeño… bueno, sigue siendo el pequeño, pero ahora lo hace con más constancia porque no lo convertimos en una batalla.”
Y agregó: “Lo más increíble es que mi hijo ahora está más feliz. Ya no tiene esa tensión constante de ‘tengo que ser perfecto’. Su sonrisa cambió, literalmente.”
La lección que siempre comparto: Los dientes reflejan cómo procesamos la vida. No es solo la higiene física, es la higiene emocional.
Cuando un niño come desde la relajación, su cuerpo produce las enzimas correctas. Cuando come desde la ansiedad, todo su sistema se altera.
No es solamente es que te cepilles, sino cómo te sientes cuando lo haces. La boca es el espejo de las emociones, y las caries a veces son lágrimas que no pudimos llorar.
(De la red de Miguel Delgado)
**ACLARACIÓN IMPORTANTE:** Esto NO significa que la higiene dental no sea necesaria. La higiene física ES fundamental. Lo que estoy compartiendo es que la higiene emocional es igualmente importante. Un niño relajado que se cepilla con alegría tendrá mejor salud dental que un niño ansioso que se cepilla con tensión.
La verdadera prevención incluye AMBAS: higiene física + higiene emocional.
Para ambas condiciones puedes consultarnos y comenzar un programa integral de intervención. Envía mensaje directo, será un placer atenderte.