Psic. Roque Gibran Garibaldi Canales

Psic. Roque Gibran Garibaldi Canales Psicología Clínica y Tanatología Licenciatura en Psicología - Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (Ced.

Prof. 10008215)

Maestría en Psicología Clínica - Centro Universitario Metropolitano de Hidalgo (Ced. Prof. 12088903)

Diplomado en Tanatología - Universidad de La Salle Hidalgo

Diplomado en Psicooncología - Capacitación y Especialización Profesional KN21 - Ciudad de México

¡ESTOY ATRAVESANDO POR UN MAL MOMENTO! SIENTO QUE TODO SE ESTÁ DERRUMBANDO… SIENTO QUE VOY A COLAPSAR… ESTOY CAYENDO EN ...
14/07/2025

¡ESTOY ATRAVESANDO POR UN MAL MOMENTO! SIENTO QUE TODO SE ESTÁ DERRUMBANDO… SIENTO QUE VOY A COLAPSAR… ESTOY CAYENDO EN UNA CRISIS... QUIERO ESTAR TRANQUILA NUEVAMENTE… ¿CÓMO PUEDEN AYUDARME?: ES MOMENTO DE APLICAR LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS (O INTERVENCIÓN EN CRISIS)

“Ninguna persona, tratando de asumir la responsabilidad de su vida, debería estar sola. Debe haber otras personas entre las que podamos sentarnos y llorar, y aun así ser tomados como valiosos guerreros” Adrienne Rich

Explicado brevemente, los primeros auxilios psicológicos son la fase inicial del tratamiento psicológico que un profesional de la salud mental (calificado) pone en marcha para atender los problemas que pueda presentar el paciente que ha sufrido episodios de angustia, constante malestar psicológico o algún trauma. De igual manera, y de forma coloquial, suelen ser definidos como el conjunto de habilidades y conocimientos que se utilizan para ayudar a las personas a sentirse tranquilas y capaces de hacer frente a una situación de emergencia o crisis. Se trata de una primera intervención que tiene como objetivo brindar apoyo inmediato para que la persona restablezca su estabilidad personal a nivel emocional y físico.

Es importante tener presente que, pese a los avances científicos y el desarrollo de programas psicoterapéuticos especializados, los problemas de la salud mental no tienen por qué amoldarse a los ideales de condiciones de trabajo de los psicoterapeutas, y muchas veces, es necesario darle atención inmediata a la intervención. Aquí, ya se habla un poco más de la intervención en crisis, misma que tiene aplicabilidad en los desastres naturales, incidentes de tráfico, atentados terroristas, violencia doméstica, entre otros.

*Comúnmente, algunas claves de los primeros auxilios psicológicos pueden ser tomadas como referencia por parte del círculo social (ej. familiares) de la persona que ha sufrido alguna crisis, aunque, se debe tener en cuenta que este tipo de acciones no van a reemplazar el apoyo brindado por un psicólogo*

¿POR QUÉ SON ESENCIALES LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS?

Como lo define el autor Karl A. Slaikeu: “Aprender este conjunto de técnicas es fundamental para saber cómo evaluar una situación, conocer cómo puede reaccionar una persona ante una crisis, cómo acercarse a alguien en peligro y contar con las herramientas necesarias para transmitir calma y apoyo”.

¿CÓMO SE PUEDEN DAR LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS?

Las causas por las que una persona pueda requerir una intervención de primeros auxilios son variadas, entre las principales destacan el estrés, los traumas, los accidentes, la ruptura de pareja, la muerte de un familiar, el extravío de una mascota, la comunicación de una noticia desalentadora, el diagnóstico de una enfermedad terminal, entre otras. Como lo señala la Psic. Lidia Martín Torralba: “Los primeros auxilios psicológicos resultan indispensables para las personas que se ven más afectadas por los problemas que han vivido, de igual manera, contando que dichas situaciones hayan impactado gravemente en su salud mental”.

*Dentro del ejercicio profesional, los primeros auxilios psicológicos son conocidos también como la “intervención en crisis”, ya que se trata de un momento en el que el paciente se halla vulnerable y requiere una respuesta profesional rápida y eficaz*

El primer paso es poner en práctica la escucha activa. La escucha activa es una de las habilidades más importantes que debe poner en práctica cualquier psicólogo capacitado, esto abre la puerta al entendimiento de lo que busca transmitir el paciente o la persona afectada. Para escuchar activamente, debe existir la predisposición de entender las demandas del paciente y ayudarle con lo que esté necesitando. Como psicoterapeuta, recomiendo que durante esta primera fase de escucha activa no se emita ningún consejo o juicio, es el momento en el cual se debe dejar que la persona se exprese y logre desahogarse con total normalidad, es dar paso a que se comunique sin filtros ni tiempos.

El segundo paso consta en respetar los silencios. Los silencios son lapsos considerables dentro del diálogo de la persona y deben ser tratados con singular atención por parte del profesional de la salud mental (sobre todo si el paciente se encuentra en la situación de crisis o de enorme malestar emocional). Como lo expone el Psic. Enrique Parada Torres: “Todo buen psicólogo debe saber interpretar correctamente cada uno de los silencios de su paciente, ya que, mediante su análisis, se puede llegar a asimilar cómo la persona se está sintiendo realmente y en qué estado se ubica su salud mental”.

El tercer paso radica en asistirse de la comunicación no verbal. No hay más que explicar, es todo lo que expresamos sin hablar, así como todos los elementos del discurso de la otra persona que pertenecen al ámbito de lo no verbal. Es sabido que la propia presencia del terapeuta sirve como elemento terapéutico (siendo importante valorar el funcionamiento del mismo). Aquí se empieza por la postura adecuada y enfocada al paciente, una mirada comprensiva, atención precisa, gestos amables, entre otros. Como lo describe el Dr. Juan Manuel Fernández Millán: “Hacer uso de una buena comunicación no verbal nos permitirá apoyar de la mejor manera al paciente que está padeciendo, brindándole apoyo y ejerciendo un efecto terapéutico solamente con la mera presencia”.

El cuarto paso es el de prestar ayuda al necesitado. Basta con brindar ayuda a la persona que lo está pasando mal, pero también indicarle el tipo de ayuda que se le ofrecerá. Como lo declara el Psic. José Fernando Gómez del Campo Estrada: “El verbalizar la estrategia a la que se le dará seguimiento para ayudar a la persona también tiene un cometido terapéutico, así como constatar qué espera el paciente de uno)”.

El quinto paso es el de gestionar el llanto. Darle una adecuada gestión al llanto es otra de las formas en que los profesionales de la psicología brindamos una intervención en crisis de calidad. Como psicoterapeuta, puedo aseverar que la labor del psicólogo debe ser la de posibilitar las lágrimas en todo momento, y si es prudente, obsequiar un abrazo. Al igual que con el segundo paso, uno debe aprender a gestionar el llanto del paciente que está en un mal rato, además de favorecer que tenga “espacio” para explayarse (algo que tiene una gran función terapéutica en sí mismo). En el cristianismo se dice que “el llanto limpia y libera el alma”, aquí aplica lo mismo, ya que el llanto permite la catarsis, la relajación y ayuda a la consciencia, de vez en cuando, es bueno “bajar la guardia” y desahogarse.

El sexto paso es dar el correcto respeto al ritmo de cada persona. En consulta he notado que cada paciente vive su malestar emocional a su manera, ya que hay quienes son capaces de confiarse y expresarse directamente, pero hay quienes no lo toman tan fácil. Afrontando esto, el psicoterapeuta debe reconocer los tiempos de la persona en cuestión y adaptarse al ritmo (teniendo en cuenta de qué manera este asimila todo lo que ha pasado). Como lo recomienda el Dr. Alberto Fernández Liria: “Algunas personas pueden necesitar estar solas y, en esos casos, es importante que no se les avasalle, es decir, hay que dejar tiempo para alcanzar la sanidad. En ocasiones, la ayuda terapéutica puede ofrecerse simplemente acompañando y estando ahí, siempre que el paciente lo necesite, sin presionar ni forzar a nadie a que esté acompañado si no quiere”.

El séptimo paso es el de alargar la ayuda. Como lo externaba el Psic. Leopold Bellak (1916-2000): “En ocasiones puede ser de gran utilidad brindar un proceso terapéutico de ayuda psicológica al poco tiempo de haber ocurrido algún tipo de crisis de salud mental o el episodio traumático de la persona”. Las personas que recientemente han pasado por un período de malestar, trauma o tormento psicológico es posible que necesiten ayuda durante algún tiempo indeterminado. Como decía el Psic. Leonard Small (1913-1982): “Como terapeutas, nos corresponde brindar ayuda y hacer todo lo posible para que perezcan los pensamientos rumiantes, angustiosos o negativos sobre la tragedia que el paciente ha pasado”.

*Los profesionales de la salud mental, como psicólogos y psiquiatras, son los principales responsables de proporcionar los primeros auxilios psicológicos. No obstante, otros socorristas con formación en situaciones de crisis también pueden brindar este tipo de ayuda*

Si deseas concertar una cita, puedes ponerte en contacto conmigo a través del messenger o whatsapp que están disponibles al hacer click en la página. Publico contenido de manera regular, puedes darle “Me Gusta” a la página, “Seguirla” y “Compartirla” con tus familiares, amigos y conocidos. Estoy para apoyarte.

“El hombre que no investiga las dos partes de una cuestión, no es honrado” Abraham Lincoln
11/07/2025

“El hombre que no investiga las dos partes de una cuestión, no es honrado” Abraham Lincoln

“El juego de ponerse límites a sí mismo es uno de los placeres secretos de la vida" Gilbert Keith Chesterton
09/07/2025

“El juego de ponerse límites a sí mismo es uno de los placeres secretos de la vida" Gilbert Keith Chesterton

¡SIENTO QUE NO PUEDO MÁS! ESTOY TAN FUNDIDO QUE NO TENGO GANAS DE NADA NI DE ESTAR PARA NADIE… NO ES FÍSICO, PERO TAMPOC...
07/07/2025

¡SIENTO QUE NO PUEDO MÁS! ESTOY TAN FUNDIDO QUE NO TENGO GANAS DE NADA NI DE ESTAR PARA NADIE… NO ES FÍSICO, PERO TAMPOCO SE COMO EXPLICAR MI DESGASTE… ¿QUÉ ME ESTARÁ PASANDO?: ESTO ES EL AGOTAMIENTO EMOCIONAL

“Sentir es lo más valiente que existe, ya que requiere agallas” Sergi Rufi

En el presente artículo trataré de exponer los problemas psicológicos que generan agotamiento emocional. Si hay algo que recalco a los consultantes, es que se tenga presente que no todas las formas de malestar psicológico tienen que ver con el sufrimiento (ej. depresión). Como he notado, en los procesos psicoterapéuticos, hay momentos en los que el paciente ve lejano el poder alcanzar la autorrealización (esto debido a la ausencia de emociones y el nulo desarrollo de sentimientos significativos).

Es erróneo pensar que todas las personas que buscan apoyo psicoterapéutico lo hacen porque están viviendo con dolor emocional, de igual manera, suele haber pacientes que buscan ayuda profesional porque están experimentando agotamiento emocional, algo completamente diferente (pero igual de alarmante).

¿QUÉ ES EL AGOTAMIENTO EMOCIONAL?

Desde la psicología clínica, hablar de agotamiento emocional es hacer referencia a un estado de falta de motivaciones para estar involucrado en cualquier actividad compleja a corto – mediano plazo, sumado a que suele estar vinculado a la sensación de apatía. Cabe señalar que, al momento, el afectado deja de plantearse actividades interesantes, satisfactorias o ilusionantes, incluso aunque esto afecte negativamente a su calidad de vida, además de adentrarse en un círculo vicioso de aburrimiento.

No se debe ser experto en el tema para saber que las consecuencias negativas del agotamiento emocional pueden ser variadas, ya que, como coinciden expertos en el tema, hay un sinfín de maneras de vivir este fenómeno mental. Como lo señala la Mtra. Isabel Paula: “El ser humano, malamente, se ha acostumbrado a convivir con el agotamiento emocional, ya que, no cuenta con la cercanía a la educación emocional correcta, es decir, hay una marcada falta de herramientas psicológicas para saber identificarlo, primordialmente como algo perjudicial”.

*Uno de los efectos más usuales del agotamiento emocional es la ejecución de conductas cuestionables realizadas para así “sentir algo”, por un lado, o para encaminarse a la autoexigencia respecto a la atención a las tareas y/o responsabilidades pendientes (dejando caer la salud mental en descuido)*

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES CAUSAS DEL AGOTAMIENTO EMOCIONAL?

El primer desencadenante llega a ser el estrés laboral. Las personas que están mentalmente “incineradas” por las cargas laborales padecen agotamiento emocional de manera frecuente, ya que dan paso a la inundación de pensamientos intrusivos respecto a los compromisos labores y esto hace que no disfruten de sus hobbies y tiempo libre. A esto se le conoce como síndrome de burnout (dediqué un artículo a este tema, te invito a leerlo).

El segundo desencadenante son los trastornos del estado de ánimo. Los trastornos del estado de ánimo (ej. depresión mayor) dan lugar a una sensación de agotamiento emocional, carencia de motivantes y sentimiento de desesperanza en lo que al “futuro depara”. Como lo expone el Dr. Francisco Sánchez-Narváez: “La presencia del agotamiento emocional encamina al afectado a practicar una serie de rutinas que terminan por reforzar la existencia del trastorno, esto se nota con la mayor predisposición a desarrollar adicciones, presencia de los trastornos de sueño, inexistencia de higiene y aliño, entre otras”.

El tercer desencadenante es el aislamiento y/o falta de asistencia a las actividades estimulantes. El agotamiento emocional también puede estar causado por el hecho de caer en el bucle (es decir, una rutina) vinculado a la monotonía y la falta de novedades (ej. trabajos gubernamentales). Como psicoterapeuta, puedo aseverar que este estilo de vida hace que surja otro fenómeno conocido como aplanamiento afectivo, algo que evita que la persona conecte con lo que le apasiona.

El cuarto desencadenante es padecer algún problema neurológico. Existen patologías neurológicas que tienen el agotamiento emocional como uno de sus primeros síntomas (ej. las demencias). Sin embargo, en la mayoría de los casos, la causa no es esta, de modo que no hay motivos por los que asumir que se trata de una enfermedad que afecta al cerebro. En todo caso, es importante acudir a consulta neurológica para que pueda realizarse un diagnóstico.

El quinto desencadenante es el factor financiero, es decir, tener dificultades económicas. Con cierto parecido a lo que ocurre con el síndrome de burnout, la ansiedad que genera el estar en una situación económica precaria hace que nazca la culpabilidad por pretender g***r una afición o un espacio de descanso. Es obvio que el resultado es un estado de cansancio emocional constante, que ocurre incluso en quienes están en el paro y aparentemente no “trabajan” mucho.

El sexto desencadenante es el del perfeccionismo disfuncional. Se que podría leerse incongruente, pero hay personas que son altamente “funcionales” aun estando agotadas emocionalmente. Esto ocurre mucho en quienes sufren una forma de perfeccionismo disfuncional. Como lo define la autora Katharina Leitner: “El perfeccionismo disfuncional es aquel en el que se intenta llegar a un ideal de perfección que nos viene impuesto desde fuera, y en el que no creemos realmente”.

¿CÓMO DARLE BATALLA AL AGOTAMIENTO EMOCIONAL?

Después de haber descartado lo neurológico como causante del agotamiento emocional, tenemos el “camino libre” para aplicar hábitos y rutinas en la vida diaria para que se encamine a solucionar el problema, aunado a esto, sugiero acudir con un psicoterapeuta de confianza para comenzar un proceso terapéutico particular.

De primera, uno puede empezar a combatir el agotamiento emocional a través del establecimiento de un horario de sueño regular y bien marcado (es sabido que el dormir las horas completas ayuda a lograr la estabilidad emocional). Lo segundo puede ser redactar un diario personal (esto es recomendado por mis colegas de la terapia cognitivo-conductual), mediante la escritura, a uno se le facilita la identificación de las emociones, además del reconocimiento de las acciones disfuncionales que se llevan a cabo para gestionarlas. Lo tercero involucra los hobbies. Es importante que en la vida diaria se incluya una nueva afición que sea de total interés para uno mismo, aunque al inicio no apetezca realizarla, lo importante es buscar esa constancia. Hacerlo con una pareja o un grupo de amigos, hace que sea mejor y motivante. El cuarto es evitar a toda costa el consumo y abuso de sustancias nocivas para salud física y mental. Lo quinto es saber separar el trabajo de la vida fuera del ya mencionado, es evitar algo llamado el síndrome del trabajador burbuja (anteriormente dediqué un artículo a este tema, te invito a leerlo).

*Como lo podemos notar, hay varias causas del agotamiento emocional y, además, estas pueden interactuar entre sí y con los elementos de la personalidad de cada individuo, es importante contar con ayuda psicoterapéutica personalizada y adaptada a cada caso. Como lo explica la Psic. África Martos Martínez: “En la consulta de un psicólogo podrás aprender estrategias de gestión emocional, automotivación, gestión del tiempo, y autodescubrimiento para conocer tus valores y prioridades”. Si buscas terapia psicológica para superar el agotamiento emocional, no lo dudes, estás tomando una buena decisión.

Si deseas concertar una cita, puedes ponerte en contacto conmigo a través del messenger o whatsapp que están disponibles al hacer click en la página. Publico contenido de manera regular, puedes darle “Me Gusta” a la página, “Seguirla” y “Compartirla” con tus familiares, amigos y conocidos. Estoy para apoyarte.

"Cuando no estamos seguros, estamos vivos" Graham Greene
04/07/2025

"Cuando no estamos seguros, estamos vivos" Graham Greene

"No se mide el amor por el número de caricias, sino por la frecuencia con que uno y otro se comprenden" Herbert Spencer
02/07/2025

"No se mide el amor por el número de caricias, sino por la frecuencia con que uno y otro se comprenden" Herbert Spencer

SI LO INTENTO, PERO NO LO CONSIGO… QUIERO HACER TODO EN TIEMPO Y FORMA, PERO NO SIEMPRE ESTOY CONCENTRADA… SI NO ES UNA ...
30/06/2025

SI LO INTENTO, PERO NO LO CONSIGO… QUIERO HACER TODO EN TIEMPO Y FORMA, PERO NO SIEMPRE ESTOY CONCENTRADA… SI NO ES UNA COSA ES OTRA, ES UN CUENTO DE NUNCA ACABAR ¿POR QUÉ POSTERGO TODO EN MI DÍA A DÍA?: DESCUBRAMOS COMO VENCER LA PROCRASTINACIÓN

“Puedes retrasarte, pero el tiempo no lo hará” Benjamin Franklin

No hay que complicarse con la terminología, la procrastinación, en lenguaje coloquial, es definida como la tendencia a posponer tareas o decisiones (a menudo en perjuicio a los objetivos que son planteados a mediano y/o largo plazo). Al charlar con colegas, hemos notado que el hábito de postergar acciones, aunque uno sea consciente de las consecuencias que pueda traer, se torna como un desafío personal enorme. Los terapeutas cognitivo conductuales suelen referirse a la mencionada como “un círculo vicioso”.

Este es un problema que no ha sido ajeno a mi práctica profesional, en psicoterapia, el paciente se cuestiona sobre sus hábitos y cómo la procrastinación llega a ser parte de los mismos. Para abrir el entendimiento, se explica que la procrastinación está fuertemente ligada a los temores, la ausencia de autoconfianza y la relación que se mantiene con el entorno, de igual manera, tienen mucho que ver las motivaciones (intrínseca y extrínseca) y las demandas ajenas que se presentan.

Como lo menciona el Dr. Piers Steel: “La procrastinación no se limita a la falta de acción, sino que es sinónimo de una dinámica abismal entre las emociones y las características socioculturales del ambiente en el que el ser humano se desenvuelve”. Basado en lo que nos comenta el Dr. Steel, para darle un correcto miramiento a la procrastinación, es imperioso explorar y comprender las causas que disparan dicha problemática, además de hallar las estrategias que la supriman.

*Los datos sugieren que el 20% de los adultos en México se consideran a sí mismos procrastinadores crónicos, y muchos más ocasionalmente procrastinan en asuntos relacionados con el trabajo y la salud*

¿POR QUÉ UNO SUELE CAER EN LA PROCRASTINACIÓN?

Una de las primeras causas es la existencia de miedos y creencias limitantes. La procrastinación/postergación funge como un “mecanismo de defensa” para evitar a toda costa el encarar los miedos y las creencias limitantes. Por citar un ejemplo, basta pensar que, en este momento, hay estudiantes que están aplazando sus tareas (ej. proyecto de tesis) por miedo a que no tengan el resultado esperado al presentarlas, aunado a que están dudando de sus capacidades al realizarlas. Uno puede llegar a la conclusión de que esto proporciona un “descanso” temporal, aunque podemos notar que esto es como dar “los primeros pasos” hacía un destino catastrófico (académicamente hablando), sin olvidar que, a menudo, es acompañado del malestar emocional. Detente unos minutos y piensa, puede que, al leer este artículo, recuerdes que ha habido momentos de tu vida en los cuales postergaste tus asuntos (o puede que estés procrastinando algo en este preciso momento).

La segunda causa es la desconexión de las necesidades con las motivaciones. Si no hay una sincronía entre las necesidades y las motivaciones, la procrastinación se presentará como una resistencia a realizar las actividades que carecen de significado para uno mismo. Aunque, comúnmente, se cree que todo debe ser mera disciplina, pero no es así. El cerebro humano trabaja mediante el sistema de trabajo – recompensa, es decir, necesita saber que habrá un “premio” esperando al terminar la tarea planteada.

La tercera causa es el autosabotaje y la autocrítica. Como terapeuta, puedo asegurar que cuando la autocrítica es gigantesca, se puede convertir en un obstáculo de la misma magnitud. Hay terapeutas que señalan la postergación como un mecanismo para evitar los propios juicios negativos, prueba de esto es que hay una gran cantidad de gente que llega a posponer el comienzo de “x” número de proyectos porque se critica recurrentemente o porque tiene a flor de piel el temor de la decepción, la vergüenza y la frustración.

*Las personas con tendencias perfeccionistas (anteriormente dediqué un artículo al perfeccionismo, te invito a leerlo) a menudo se autoflagelan y postergan la acción, impidiendo así el progreso hacia sus objetivos*

¿CUÁNTOS TIPOS DE PROCRASTINACIÓN HAY EN EXISTENCIA?

El primer tipo es la procrastinación crónica. Es un patrón constante de evitación que afecta todos los ámbitos de la vida humana. Desde el psicoanálisis, la procrastinación crónica puede apuntar a una resistencia inconsciente a los cambios representativos y reajustes personales.

El segundo tipo es la procrastinación situacional. Normalmente, este tipo está relacionado a las tareas específicas, ya que surge cuando hay pensamientos sobre la propia incompetencia o la ausencia de confianza para desempeñar dichas tareas. Este tipo de procrastinación suele estar ampliamente relacionada al síndrome del impostor (anteriormente dediqué un artículo a este tema, te invito a leerlo).

El tercer tipo es la procrastinación por placer inmediato. Este tipo está relacionado a posponer las tareas en favor de actividades que resultan más gratas y placenteras al momento (ej. viajes espontáneos). Como lo explica el autor Anthony Kessler: “Si se habla de la procrastinación por placer cercano, se habla de la exhaustiva persecución de la gratificación instantánea en lugar de enfocarse en el trabajo para lograr las metas a mediano y largo plazo. La escasez de una conexión con las propias metas significativas pueden ser el origen de dicho comportamiento”.

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS ADVERSOS DE LA PROCRASTINACIÓN?

Esto no es solo una cuestión de postergación, ésta tiene efectos adversos significativos en los aspectos generales de la vida. Entre los efectos destacan: la ansiedad y el estrés, la reducción de la productividad y el impacto en la autoestima.

Al hablar de la ansiedad y el estrés en esta problemática, estamos hablando de algo sumamente gravoso. La procrastinación puede generar ansiedad y estrés debido a la acumulación de tareas no realizadas (estas pueden ser señales de conflictos internos no resueltos). Para mal, la reducción de productividad es algo inevitable, la falta de acción efectiva conlleva a una menor eficiencia en la consecución de los objetivos. Y para terminar con esto, pasamos al impacto en la autoestima, ya que cuando entramos en el bucle de la postergación, se ve minada la autoestima y da pie a las dudas sobre las aptitudes que se poseen. En estos casos, como lo señala el autor Ranjot Singh Chahal: “La autocrítica constante, puede convertirse en un ciclo destructivo”.

*La procrastinación puede aumentar los sentimientos de culpa y ansiedad. También puede conducir a otros problemas, como baja autoestima, estrés, insomnio y rendimiento reducido en otras tareas. Si esto continúa por largos períodos de tiempo, puede afectar, principalmente, las posibilidades de desarrollo profesional, el salario y las perspectivas laborales*

¿ES POSIBLE REVERTIR MI PROBLEMA DE PROCRASTINACIÓN?

El primer paso para darle “para atrás” a la procrastinación es fomentar el autoconocimiento y la reflexión. Como en la mayoría de los procesos terapéuticos lo recomiendo, es importante hacer una autoexploración para identificar los miedos y las creencias limitantes que impiden el desempeñar determinadas tareas. La reflexión consciente puede ayudar a comprender los motivos de la procrastinación.

El segundo paso puede ser el de establecer metas significativas. Aquí se le puede dar el toque de la motivación y el mero placer de hacer algo. Cuando uno está en contacto con lo que se disfruta y con lo que es importante (en base a los valores y necesidades), se pueden establecer metas realistas y enfocadas a las convicciones y deseos.

El tercer paso es permitirse cambiar de perspectiva. Aún sin ser experto en la mente humana, se sabe que abrirse a un cambio de perspectiva ayuda a combatir la procrastinación al enfocarse en los aspectos positivos de las tareas (y encontrar formas de abordarlas).

El cuarto paso implica involucrar al semejante, es decir, marcar un compromiso público. No es cosa de otro mundo, es hacer partícipes a los demás de las propias metas y plazos para así aumentar la responsabilidad y motivación para completar las labores.

El quinto paso aplica aquí como en la guerra, es el dividir y conquistar. No es más que dividir las grandes tareas en unas más pequeñas y manejables, lo que hace fácil la ejecución y resolución de las mismas. Al subdividir las actividades en pasos más pequeños, se vuelve más fácil comenzar y mantener el impulso.

El sexto paso es el de buscar ayuda profesional. Un psicoterapeuta es ideal para estos casos. Como lo señala la Mtra. Georgina Hudson: “Un profesional de la salud mental te ayudará a establecer metas claras, superar barreras emocionales, y desarrollar planes de acción, proporcionando apoyo y rendición de cuentas”.

Si deseas concertar una cita, puedes ponerte en contacto conmigo a través del messenger o whatsapp que están disponibles al hacer click en la página. Publico contenido de manera regular, puedes darle “Me Gusta” a la página, “Seguirla” y “Compartirla” con tus familiares, amigos y conocidos. Estoy para apoyarte.

“Por lo general, las mujeres de ensueño son una ilusión óptica" Peter Ustinov
27/06/2025

“Por lo general, las mujeres de ensueño son una ilusión óptica" Peter Ustinov

"Nadie se conoce a sí mismo hasta tanto no ha sufrido" Alfred de Musset
25/06/2025

"Nadie se conoce a sí mismo hasta tanto no ha sufrido" Alfred de Musset

SOLO QUIERO SER PARTE DE ESO, NO PIDO MÁS NI MENOS… SOLO DESEO ENCAJAR EN “X” O “Y” GRUPO… SOLO SER UNO MAS… SOLO PARECE...
23/06/2025

SOLO QUIERO SER PARTE DE ESO, NO PIDO MÁS NI MENOS… SOLO DESEO ENCAJAR EN “X” O “Y” GRUPO… SOLO SER UNO MAS… SOLO PARECERME A LOS DEMÁS… NO ME COSTARÁ ADAPTARME… ¿ES MUCHO PEDIR?: HABLEMOS DE LA NORMOPATÍA

“La normalidad es un equilibrista sobre el abismo de la anormalidad… ¡Cuántas ocultas demencias contiene el orden cotidiano!” Witold Gombrowicz

Ideas van y vienen, sin importar la edad que se tenga, creo que siempre habrá interrogantes, genialidades e incertidumbre que hacen que se vuele la mente. Con lo anterior dicho, me atrevo a pensar que la mayoría de las personas que habitamos este planeta hemos tenido en un “chispazo” la idea (vaga) de tratar de ser “normal” respecto a las dinámicas y de apegarse a las costumbres sociales (todo con el fin de embonar correctamente en la sociedad misma), incluso, dejar de ser uno mismo y ser “uno más” del entorno al que se pertenece (esto principalmente durante la adolescencia y la adultez joven). En psicología social, se ha descubierto que la necesidad de buscar el parecido con la mayoría es algo asiduo en las sociedades cada vez más limitantes y unificadoras (como en las que vivimos actualmente).

Lamentablemente, hay personas que pueden llegar a manifestar obsesiones por ser normales y lograr la adaptación a las normas comunitarias más extendidas. Esto se torna una patología, que, a la larga, hace que muchos terminen acudiendo con un especialista de la salud mental para poder tratarla.

Desde la psicología clínica, este fenómeno se le denomina como “normopatía”, mismo que se caracteriza por la manifestación de malestar emocional y angustia, permeando así en todos los ámbitos del afectado, menguando así su salud en general y repercutiendo en su desarrollo biopsicosocial.

¿QUÉ ES LA NORMOPATÍA? ¿POR QUÉ ESA NECESIDAD DE SER UN “PLAYMOBIL” MAS?

No hay que complicarse, en palabras más sencillas, la normopatía es el impulso obsesivo que sienten las personas por ajustarse a las normas sociales, y con ello, conseguir la aprobación – validación colectiva permanente. La normopatía es un término acuñado por la Psic. Joyce McDougall (1920-2011) para describir el deseo intenso de una persona de ajustarse a las normas sociales y de ser aceptada, incluso a costa de su propia individualidad.

Como lo decía el Psic. Roger Brown (1925-1997): “Resulta evidente que, desde nuestros primeros años de vida, ya sea en mayor o menor medida, llega a nacer la conveniencia por conectar con los semejantes y, en definitiva, ser lo más normales posibles. Sin darnos cuenta, esto ayuda a que interactuemos mejor con el entorno y se forje una personalidad adaptativa”. Cabe señalar que la mayoría de las personas, a lo largo de nuestra existencia, constituimos un equilibrio entre el impulso por ser diferentes (proyectando nuestra unicidad) y la obligatoriedad de ceñirnos a las normas grupales.

Lo alarmante comienza cuando algunas personas desarrollan un deseo patológico por ser como el resto, hasta el extremismo de negar su propia naturaleza, su verdadero ser y todo lo que son en realidad, es decir, dejan perder su originalidad.

*Como psicoterapeuta, puedo señalar que el negarse uno/a mismo para poder presentarse como “uno/a más” (ajustándose a demandas sociales) llega a repercutir gravemente en la salud mental, fragmentando el autoconcepto, la autonomía y la autovalía. Para enfrentar esta situación, es importante construir un “yo” férreo, buscando potenciar las características e ideas propias, enfocándonos en la propia personalidad (dejando de lado las convenciones sociales impuestas y las ideas preconcebidas)*

¿CUÁL ES LA SINTOMATOLOGÍA DE LA NORMOPATÍA?

La normopatía es un fenómeno psicológico que ha sido objeto de la psicología social de un par de años para acá, gracias a esto, los expertos en dicho campo, en conjunto de los profesionales de la psicología clínica, han logrado definir algunas características de la patología mencionada, es decir, establecer una lista de síntomas que podemos padecer la mayoría de los seres humanos.

La primera característica es la del miedo a ser diferente al resto. La principal característica de la persona que padece normopatía es el constante temor a ser ajeno al resto de personas que conforman su red social. Como lo expone el Psic. Michael Hogg Graha: “En estos casos, podemos notar que existe una auténtica preocupación y temor por ser percibido como alguien diferente al grupo social en el momento en que se esté llevando a cabo la interacción, de igual manera, el disentir al resto les resulta aterrador, no pueden permitirse llevar la contraria o ser elemento discordante en la dinámica grupal”.

La segunda característica es la necesidad de validación. La validación social y la aprobación del grupo es el “premio mayor” para las personas normópatas, en otras palabras, su estilo de vida se centra en hacer todo lo necesario para que los demás siempre les muestren el “pulgar arriba”. En esta característica también resalta el hecho de que la personalidad del afectado se adaptará al grupo en el que se halla, haciendo un “intento” de imitar el comportamiento ajeno (sin dejar de lado las constantes cuestiones a los miembros del grupo con tal de conocer y confirmar su opinión).

La tercera característica es la negación del propio “yo”. La necesidad de adaptación es tan intensa que los/as normópatas niegan su “yo”, es decir, la personalidad y quienes son en realidad. Como lo comentaba el Psic. Charles S. Carver (1947-2019): “Caer en negación de uno mismo implica el crear una nueva personalidad completamente artificial basada en rasgos de las personas que nos rodean. Uno se torna superficial, frívolo y gris”. La negación de lo que se piensa y siente acaba pasando factura a la salud mental, impidiendo así el óptimo desarrollo biopsicosocial.

La cuarta característica es el déficit de pensamiento crítico. Cabe mencionar que uno de los pilares que sostienen esta problemática es la carencia de pensamiento crítico y la notable dificultad para criticar, analizar y/o reflexionar sobre cualquier fenómeno social que sea aceptado por la mayoría. Como lo explica el Psic. Tomás Santa Cecilia: “Aquí se tiende a aceptar como cierta cualquier idea, hábito, costumbre o planteamiento que constituya la norma social, sin pensar ni un segundo en la validez lógica de los mismos”.

La quinta característica es la desconexión con uno mismo. No hay mucho que explicar en este punto, es la desconexión con lo emocional e intelectual. Las personas normópatas hacen la desconexión a cambio de encajar con la sociedad, adquiriendo así un criterio superficial sobre las cosas que los rodean, además de ser incapaces de desarrollar discursos profundos y elaborados sobre la opinión y gustos.

La sexta característica es la ausencia de conexión con los semejantes. El ser alguien carente de originalidad dificulta las interacciones con los semejantes, ya que es casi imposible llegar a conectar con alguien cuando no se es uno mismo. La negación del propio yo hace que jamás nos mostremos cómo somos verdaderamente y que las otras personas no puedan conocernos nunca en profundidad y de manera genuina.

La séptima característica es la sensación de vacío interior. Al desarrollar normopatía, esta trae consigo la sensación de vacío interno (desagradable y angustiante), se pierde el sentido de vida. Como lo decía el Dr. Viktor E. Frankl (1905-1997): “En la pérdida de sentido de vida, el sujeto opta por volcarse al entorno para hallar confort, si lo considera preciso, puede hacer ajustes en todos los ámbitos de su vida, principalmente en el aspecto emocional y moral”.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA NORMOPATÍA?

Es vital recalcar que la normopatía no tiene una sola causa o desencadenante, sino varias que interactúan entre ellas y dan lugar a esta manera problemática de relacionarse con el mundo (y con los demás). Entre las causas se encuentran: las vivencias traumáticas (ej. humillaciones públicas), el conformismo extremo (adaptarse a las expectativas y peticiones ajenas), la falta de habilidades sociales (incapacidad de sostener dinámicas sociales), la tendencia al neuroticismo (inestabilidad emocional y baja autoestima), entre otras.

*En resumen, la normopatía es un concepto psicológico que describe la búsqueda compulsiva de la conformidad y la adaptación social, a menudo a costa de la propia identidad y bienestar*

Si deseas concertar una cita, puedes ponerte en contacto conmigo a través del messenger o whatsapp que están disponibles al hacer click en la página. Publico contenido de manera regular, puedes darle “Me Gusta” a la página, “Seguirla” y “Compartirla” con tus familiares, amigos y conocidos. Estoy para apoyarte.

Dirección

Francisco I. Madero

Horario de Apertura

Lunes 1pm - 9pm
Martes 1pm - 9pm
Miércoles 1pm - 9pm
Jueves 1pm - 9pm
Viernes 1pm - 8pm

Teléfono

+527714435219

Página web

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Psic. Roque Gibran Garibaldi Canales publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Contacto El Consultorio

Enviar un mensaje a Psic. Roque Gibran Garibaldi Canales:

Compartir

Categoría

FORMACIÓN ACADÉMICA

Licenciatura en Psicología - Universidad Autónoma del E. de Hidalgo (Ced. Prof 10008215)

Maestría en Psicología Clínica - Centro Universitario M. de Hidalgo (Ced. Prof 12088903)

Diplomado en Tanatología - Universidad La Salle Pachuca, Hidalgo