13/05/2025
La psicoterapia también debe mirar hacia afuera
El ejercicio de la psicoterapia debe estar en un constante diálogo con la realidad social. No basta con ofrecer fórmulas universales ni repetir lo que se considera "correcto" desde una perspectiva normativa del bienestar. La mayoría de las personas ya saben que es importante dormir 8 horas, hacer ejercicio con regularidad, alimentarse de forma saludable y mantener vínculos sociales significativos. Pero saberlo no siempre implica poder hacerlo.
En México (y sobretodo en Nuevo León que es lo que mejor conozco) vivimos en contextos profundamente marcados por desigualdades estructurales. Para muchas personas el bienestar no se decide solamente con fuerza de voluntad, sino que está condicionado por factores que escapan de su control: entornos inseguros, servicios públicos precarios, contaminación, transporte deficiente, largas jornadas laborales, salarios insuficientes, falta de acceso a espacios públicos dignos o a servicios de salud accesibles y de calidad.
¿Cómo pedirle a alguien que “salga a caminar al parque” si no hay parques en su comunidad? ¿Cómo recomendar rutinas de autocuidado cuando el tiempo libre apenas alcanza para descansar de una jornada extenuante? ¿Cómo hablar de “salud mental” sin considerar los efectos de la violencia, la discriminación o el estrés crónico vinculado a condiciones socioeconómicas?
La psicoterapia necesita ser consciente, crítica y contextualizada. Debe integrar los determinantes sociales del bienestar, reconocer las barreras reales a las que se enfrentan las personas, y construir con ellas estrategias posibles, no ideales inalcanzables.
Nuestra labor no es solo acompañar procesos individuales, sino también cuestionar narrativas que culpabilizan al individuo por no alcanzar estándares de vida diseñados desde privilegios, desde visiones del mundo irreales para algunos (o la mayoría) de nosotros.
Más que juzgar, toca comprender. Más que imponer recetas, toca construir de forma colaborativa alternativas. Más que aislarnos en el consultorio, toca abrir los ojos a lo que sucede afuera. ¿Tu que opinas?
- Angel Castañeda, psicólogo y psicoterapeuta