
20/07/2025
A veces, la vida nos empuja a soltar lo conocido. A cerrar etapas que dolieron, que marcaron, que también enseñaron. Empezar de nuevo no es rendirse, es tener el valor de mirar hacia adelante cuando el alma ya no encuentra refugio en lo que antes parecía seguro.
Empezar de nuevo es permitirnos reaprender, rearmarnos, reconstruirnos. No con prisa, no desde la negación, sino desde el amor que merecemos darnos. Porque volver a comenzar no significa borrar lo vivido, sino integrar lo aprendido y elegir con más conciencia lo que ahora sí queremos.
Es tomar aire, aún con el corazón temblando. Es volver a confiar, aunque las heridas aún duelan. Es saber que todo proceso lleva su tiempo, pero también su recompensa. Porque cada final es, en realidad, un umbral… una invitación a renacer.
Hoy elijo empezar de nuevo. No porque todo esté claro, sino porque ya no quiero quedarme donde no florezco. Porque sé que merezco paz. Porque dentro de mí aún vive la fuerza de los que creen en la vida, aunque la vida a veces duela.