
19/05/2023
La lealtad es un valor y virtud personal que consiste en ser fiel y nunca dar la espalda a quienes creen en nosotros y en lo que creemos, es decir; es el cumplimiento de honor y gratitud hacia los demás.
Las personas leales cumplen sus promesas, aunque las circunstancias y los intereses cambien, dan el máximo valor a la confianza que los demás depositan en ellas: actúan de la forma que esperan a pesar de que les resulte difícil, y cuando se comprometen a algo con otra persona, están dispuestas a darlo todo para conseguir lo que se prometió.
El mejor ejemplo de la lealtad está en la familia: los matrimonios fieles se esfuerzan por seguir juntos, aunque aveces tengan problemas y diferencias; los padres fieles se comprometen a hacer lo mejor por sus hijos y en su conjunto; todos los integrantes de la familia se esfuerza para mantenerse unidos.
Lo opuesto de lealtad es la traición, que consiste en la falta que comete una persona de su palabra, promesa o gratitud. La falta de lealtad describe a una persona que engaña a los demás y expone su propia honorabilidad, muchas veces sin siquiera importarles, por lo tanto es una persona en la que no se puede confiar.
Por ello es muy importante cultivar el valor de la lealtad desde los primeros años en la familia, así como rodearse sólo de aquellas personas que demuestren su lealtad con nosotros mismos y con los demás, logrando así un beneficio mutuo.