
28/05/2025
Sanar no siempre significa confrontar, a veces significa comprender.
Muchos de nuestros dolores emocionales nacen en la infancia, y es natural buscar respuestas en quienes nos criaron.
Entender a nuestros padres no es justificar lo que dolió, sino ponerle contexto a lo vivido.
Tal vez ellos también crecieron con heridas, sin las herramientas para hacerlo distinto.
Sanar la infancia es darnos el permiso de ver la historia completa, elegir qué queremos repetir… y qué no.
No se trata de culpar, sino de hacernos cargo de nuestro presente con compasión.
🧠 ¿Te has encontrado entendiendo algo de ti al conocer la historia de tus padres?