02/05/2025
Cuando nos toca ser víctimas de un mal servicio, es más fácil que recordemos el nombre de la institución, que del prestador de servicio.
Y esto es un clásico en el sector salud, un IMSS, por ejemplo. Donde se convierte después en "pésimo servicio el del IMSS".
Nos olvidamos que somos nosotros mismos, la sociedad y su falta de empatía, de sensibilidad, de consientización, con el "paciente" o "cliente". Somos los empleados, colaboradores, prestadores de servicio, los que damos un mal trato, un mal servicio, una mal atención.
Somos nosotros y nuestra falta de empatía los que hacen que la experiencia en estos lugares sea "mala".
Y es que en mi experiencia me a tocado excelentes profesionales de la salud, pero también otros que se llegan a burlar de tus "síntomas", que hacen comentarios tan fuera de lugar, que dudas de su ética, moral, profesionalismo y del juramento que hicieron cuando se titularon.
No es la institución, no es la organización, no es el vicepresidente, no es el dueño, no es el director general, son los que están en "posiciones clave" "la gente de confianza" "los que están ahí solo por un salario" "los que no se apasionan por su profesión" "los que están ahí solo por una posición superior" "los que fueron seleccionados por palanca" "los que mintieron en la entrevista" "los que tienen miedo de que el subordinado les quite el puesto, por que esta mejor preparado" " los que se sienten ingenieros, licenciados, y la tienen trunca", somos todos los que perdimos el piso, la humildad, nos olvidamos de donde venimos, quienes somos, nos creemos intocables, irreemplazable.
Para mejorar el mundo necesitamos empezar por nosotros, y buscar tener esa calidad humana, que perdimos....