09/02/2024
Si cuando sales a la calle y vas camino a casa con el bebito recién nacido en brazos, tú, mamá primeriza, te sientes desamparada porque no tienes ni idea de qué hacer o qué no hacer, sabe al menos que no eres la única.
La mayoría de las mamás en México salen de los centros hospitalarios sin saber cómo iniciar una lactancia, cómo dormir al bebé o cómo bañarlo. No saben si bañarlo o no. No tienen idea de cómo cortarle las uñas ni de qué hacer con el ombligo.
¿Serán normales esas manchas rojas?
¿Será que tiene un pie chueco?
¿Por qué tiene vello en las orejas?
¿Ya puede ver?
¿Por qué ese ruidito al respirar?
¿Será normal que se eche tantos gases?
¿Será normal que apesten a rayos?
¿Le estará haciendo daño mi leche?
¿Será normal que regrese la leche?
¿Por qué le sale como jocoque?
¿Le pongo faja?
Ese moretón en las nalgas… ¿por qué lo tiene?
¿De veras no le alcanza mi leche?
¿Es normal que haga popó líquido?
Sé de primera mano, es decir, lo sé por mí mismo, por mi trabajo diario, que la mayoría de las mamás mexicanas primerizas llegan a casa con el bodoque en brazos con todas esas dudas y otras más. Dudas que se resuelven mal. Como con la faja que le pone tía Gertrudis o la lata de fórmula que te dan al salir del hospital.
Sé, que al menos en mi ciudad, ni los hospitales públicos ni los privados se encargan cómo instituciones de instruir a las mamás primerizas, dejando la responsabilidad en manos del pediatra; lo que estaría muy bien si el pediatra se hiciera cargo, pero sé y lo sabes tú, que casi nunca.
Así que, querida mamá primeriza, instrúyete tú.
Exige al pediatra información actualizada y pregunta todo, que no hay preguntas tontas, hay eso sí, tontos que no preguntan.
Pregunta todo.
Te recomiendo dos páginas muy buenas, seguras y confiables para preguntar:
Healthychildren, de la Academia Americana de Pediatría y AEPED en Familia, de la Asociación Española de Pediatría.
Tecléalas así nada más. Ayudan; a falta de empatía humana, busquemos la digital.