
28/06/2025
Hay quienes crecen sintiendo que su existencia es un error, que lo que son debe ser ocultado, corregido o eliminado.
Cuando alguien siente que “ser quien es” lo pone en riesgo de exclusión, humillación o violencia, el dolor psíquico puede llegar a ser tan profundo que la idea de desaparecer parece un alivio. Esto no surge de una falla individual, sino de un contexto que castiga la diferencia y refuerza la vergüenza como mecanismo de control.
Por eso, la presencia de alguien que sostenga, que mire con respeto, que enseñe a mirar(se) de otra forma, como un profe, un acompañante, un testigo amoroso, puede marcar la diferencia entre rendirse o resistir. Validar la existencia de alguien no es un detalle: es, a veces, salvar una vida.