05/10/2023
EL FUT BOL Y EL CRECIMIENTO PERSONAL
El día de ayer anunció el Club Guadalajara una sanción muy importante a tres de sus jugadores por indisciplina.
Está bastante mal que los profesionales rompan los reglamentos a los que se tienen que alinear dado sus contratos. Y está bastante bien que les hagan asumir las consecuencias de sus actos.
Ahora, estos son jóvenes, de 26, 25 y 20 años. Son jóvenes para quienes la fama y la fortuna, les llegó tan pronto que no les dio oportunidad de madurar. Por eso, se entiende que actúen de manera irresponsable.
Para mi, el problema está en los adultos que están con ellos. El error NO es culpa del que no sabe. Así aprende. Es culpa del que sabiendo, no corrige y deja que la conducta inadecuada se incremente.
Aunque no les quito responsabilidad a los chavos, porque sí cometieron un error, y sí son conscientes de que no debían de hacerlo. Sí creo que las principales consecuencias no deberían de caer en ellos, sino en los adultos que, insisto, no les pusieron un alto, y dejaron que se les subieran los humos y se creyeran que “estaban por encima de todo y de todos”.
¿Y qué fue lo que pasó con los adultos? ¿Por qué fallaron?
Creo que son dos posibilidades:
La primera posibilidad, que es muy triste, es que no son capaces de reconocer que los jóvenes están en riesgo de caer en el engaño de la fama. Y no son capaces, ya sea porque ellos también están cegados o porque no creen que eso pase. Eso significaría que los adultos no son tan adultos, y que, como niños, solo se van con el brillo del oro. Como el niño que, ante una moneda grande de 1 peso, y una chica de 10, elige la moneda más grande. Se “van con finta”, y creen que su “cartita al Niño Dios” si está atendida.
La segunda, y todavía más triste, es que sí ven ese riesgo, mas no se sienten con la autoridad de hablar con el joven y hacerlo entrar en razón. No se sienten con la capacidad de ponerle la realidad enfrente y, por su bien, limitarle los excesos. Temen que los rechace y los abandone en favor de personas “más buenas” (o de “mejor criterio”, o que “sí saben convivir con la fama”, o …).
El punto está en que a la larga, o a veces muy pronto, el joven se darán el encontronazo con la realidad, y entonces será muy tarde, tanto para ellos como para los adultos que no supieron cumplir con su función.
Ahora, mi pregunta incómoda. ¿Estás en esta situación? No que tengas un deportista de élite bajo tu tutela. Mas sí tienes a tus hijos bajo tu responsabilidad. ¿Les pones los límites que sabes que son adecuados o por temor a que se enojen y te dejen de querer flexibilizas las reglas?
Si necesitas ayuda para ser firme en lo que sabes que debes ser, pídela.
Estoy a tus órdenes.