31/08/2025
¿Por qué los hombres no me eligen si soy una buena mujer?
Sí, lo sé. Te entiendo perfectamente si este también es tu caso. Si incontables veces te has sentado mirando al vacío con esta pregunta en tu cabeza y en tu corazón - en silencio, sin querer parecer desesperada -, pero sintiendo un vacío que ni sabes cómo nombrar.
Analizas tu vida, tus acciones, tus hábitos y piensas: “Soy organizada, me esfuerzo por ser mejor cada día, no juego con los sentimientos de nadie, me entrego con honestidad, tengo valores, me amo lo mejor que puedo… ¿por qué entonces no me eligen? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Qué me hace falta?”
Y quisieras que alguien te respondiera no solo para darle un poco de sentido al pasado, sino para saber qué deberías ajustar para que alguien se quede. Para, por fin, ser elegida.
Ahí es donde muchas nos quedamos atrapadas: en un bucle mental agotador. Revisamos cada detalle, cada mensaje, cada momento compartido. Buscamos señales, errores, explicaciones. Hacemos listas mentales con todo lo que tenemos para ofrecer y no entendemos cómo, aun así, no alcanza. No somos “suficiente”.
Por eso hoy quiero decirte algo que también ha sido parte de mi historia y es que ser una “buena mujer” no garantiza reciprocidad en el amor, tampoco que se comprometan contigo y menos que te elijan. ¿Por qué?
Porque quizás el asunto no está en que te preguntes por qué no te eligen sino en qué tan bien estás eligiendo tú. Con qué tipo de personas estás conectando: ¿Repiten tu historia familiar y reafirman tus patrones? ¿Tienen responsabilidad afectiva? ¿Comparten valores, propósito y una visión de vida?
El amor no se trata de merecer, todos lo merecemos. El amor no es un premio para quien mejor se porte ni una recompensa por haberlo dado todo sin medida, como muy posiblemente aprendiste en tu infancia: ‘si eres buena, papá y mamá te van a querer más’.
El amor real, el amor adulto y maduro necesita más que entrega. Necesita compatibilidad, madurez emocional, sincronía y presencia. Y muchas veces —aunque nos duela aceptarlo— esas cosas no dependen solo de nosotras.
También quiero que sepas algo quizás un poco doloroso de aceptar: muchas veces eso que llamamos “ser buena mujer” es una forma camuflada de auto abandono. Porque te pasas la relación - o la vida - dándolo todo a los demás, esperando que eso sea suficiente para que vean tu valor y por fin alguien se queden contigo. Es así como te olvidas de ti, de lo que quieres, de lo que necesitas y hasta de quien eres.
María Fernanda Fajardo