
16/01/2025
A veces le llamamos "fantasmas del pasado", otras veces "heridas de infancia", y también se le llama "necesidades del niño interior"...
Lo cierto es que muchos de las dificultades que tenemos en nuestro presente, tienen como origen modelos, ideas, creencias o costumbres que hemos ido modelando a lo largo de los años. Estos modelos, ideas, creencias... consituyen estilos de afrontamiento o recursos que, contrario a pensar que sean naturalmene malos, son las mejores formas en las que hemos aprendido a lidiar con el malestar emocional.
Y ojo, este "modelaje" a partir de las experiencias tempranas no es algo raro o especial. Todos lo hacemos, y todos medimos o filtramos nuestro presente a partir de las experiencias del pasado. Cuando hemos tenido experiencas seguras, que nos hicieron sentir protegidos, que nos ayudaron a resolver problemas o a conciliar emociones de forma asertiva... es mucho mas posible que podamos resolver de forma mas saludable las dificultades del presente. Pero cuando estas experiencias han sido dolorosas, ambiguas, agudamente insuficiente o incluso cuando procedemos de ambientes donde hubo privaciones importantes o violencia... es probable que no sea tan fácil.
Algo de esto explica por qué, a pesar de que sabemos que algo está mal, pareciera que somos incapaces de "poner límites", o que "siempre caemos donde mismo"...
En el caso de personas que se ven envueltas en relaciones de violencia o maltrato, podemos observar algo que en psicología le llamamos "indefensión aprendida". Esto funciona mas o menos así: "no es que no me de cuenta que algo está mal, pero no me puedo imaginar una forma diferente en que esto pudiera ser"... Irónicamente, tanto nos hemos acostumbrado a lidiar con problemas, que no es que no los veamos, sino que ejercitamos tan buenos recursos para lidiar con ellos, que le restamos importancia a los "red flags" o a las señales de alerta que alguna situación nos está dando.. Hasta que llega el desgaste y el malestar emocional significativo.
Acudir a orientación psicológica o a psicoterapia puede ser una buena alternativa para mejorar nuestra calidad de vida y fomentar nuestra responsabilidad afectiva, que nos permita hacer cambios importantes en nuestras relaciones y "romper circulos".