
06/07/2025
En una cultura que glorifica el “dar más”, reconocer nuestro límite es un acto de presencia.
Y si estás cansado, sensible, con poco para dar… tal vez es tu sistema nervioso hablándote.
El valor no está en cuánto haces.
Está en cuánto te habitas cuando lo haces.
No necesitas más exigencia. Necesitas más compasión.
Contigo. Con tu cuerpo. Con tu humanidad.