05/08/2025
La intolerancia a la lactosa y la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) son afecciones que suelen confundirse, pero son problemas diferentes. Sin embargo, muchas mujeres suelen destetar por alguna de estas dificultades, pero no es necesario dejar la lactancia.
🔹 La lactosa es el azúcar principal de la leche y para digerirla es necesaria la enzima lactasa. Cuando no hay suficiente lactasa, la lactosa no puede descomponerse ni absorber. Una intolerancia a la lactosa puede ser congénita (casos extremadamente raros), o adquirida (más común) y es temporal. La intolerancia adquirida puede ocurrir por un daño temporal en el intestino delgado, como una infección o por utilizar antibióticos, por lo cual hay una reducción de lactasa. Los síntomas incluyen diarrea, dolor y distención abdominal, gases, vómitos y ruidos intestinales. La lactancia materna debe continuar y los síntomas desaparecerán en algunas semanas. La cantidad de lactosa en la leche materna es producida por el tejido mamario y no está relacionada a los alimentos lácteos que consume la madre, por lo que no es necesario hacer cambios en su dieta.
Solamente la intolerancia a la lactosa congénita es una de las pocas contraindicaciones a la lactancia materna.
🔹 Por otro lado, la alergia a la proteína de la leche de vaca es la reacción a la exposición a la proteína beta-lactoglobulina. Esto ocurre en aproximadamente al 2% de los bebés, por lo que no es algo tan común. Suele ocurrir en bebés alimentados con fórmula ya que tienen una mayor carga proteica que la leche materna. También ocurre en bebés alimentados exclusivamente con leche materna, aunque es menos frecuente. Es una condición difícil de diagnosticar, a veces pasa inadvertida, y en ocasiones es sobre diagnosticada debido a que sus síntomas son parecidos a las de otras afecciones.
Hay 2 tipos de APLV, 1: por inmunoglobulina E (IgE), cuyas reacciones aparecen dentro de las 2 horas siguientes a la exposición con síntomas como urticaria, vómitos, diarrea y broncoespasmo, en los casos graves puede ocurrir anafilaxia; y APLV no IgE, con reacciones retardadas de entre 2 y 72 horas después de la exposición; los síntomas incluyen cólicos, reflujo, estreñimiento, erupciones cutáneas, eccema, heces blandas con mucosidad y/o sangre.
En el caso de que el bebé presente APLV, la madre sí debe evitar consumir lácteos. Mientras se sospecha y diagnostica la APLV, se debe brindar apoyo para continuar con la lactancia materna si así se desea.
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