05/11/2025
La Súper Luna Llena del 2025 está aquí.
Mientras esto ocurre, otros cuerpos se alinean en el silencio. Saturno, Neptuno, Urano y Quirón, desde su retrógrado, sostienen el espacio. Cualquier residuo de la vieja energía, lo que ha quedado de otras estaciones en esta vida, encuentra ahora el impulso para ser limpiado, transmutado.
Esto es, en esencia, un movimiento genérico. Algunos lo sentirán como un torrente, otros como un susurro, pero nadie quedará intacto. Estructuras que por años fueron límite, patrones que encarcelaban, empiezan a desbloquearse con una suavidad antigua.
Se purifican los cuerpos emocionales. Y toda purificación conlleva su propio brillo, su propia fricción. Implica una salida, una liberación, y luego, una incorporación. Si percibes el estado anímico saturado, es porque tiene mucho que expresar. La sensibilidad puede volverse aguda, un cristal fino. La tristeza o la angustia que asoman no son para quedarse; son para ser vistas y dejadas ir. Los enojos, las iras, la impaciencia… todo esto se siente con la textura de lo que se libera, no de lo que se instala. Son recalibraciones del alma.
Este movimiento está profundamente vinculado a la danza de lo femenino y lo masculino internos. A ese lento y constante mejorar de lo que a menudo llamamos autoestima, una palabra engañosa, pero que todos comprendemos en su intención. Y si bien en este instante el cambio no se siente poderoso, nunca hay que olvidar el fuego plasmático, el viento solar que hemos estado recibiendo. Aún en sus mínimos, su influencia se percibe a nivel de la cabeza: en los ojos, los oídos, la boca, los dientes, los pitidos lejanos. Son frecuencias que ya aumentan de forma gradual, acercándose a las energías de la luna, que ahora, en una décima parte, rozan ya la atmósfera terrestre.
Es lógico, entonces, que pueda haber un poco de nerviosismo, una inquietud que recorre los nervios. Para quienes transitan por tratamientos ligados a estas patologías, es crucial continuar con ellos. No es correcto, ni sabio, hacer responsable a la energía cósmica de la salud física humana. La energía no se encarga de eso; de momento, el ibuprofeno no viene en los vientos solares, sino que se encuentra en las farmacias.
Nunca dejemos de ubicarnos como seres humanos en la Tierra. Hay que vivir la realidad tal cual es. Aquí se es tierra. La inmensa mayoría de nosotros jamás estuvo verdaderamente enraizado a ella, más allá de un ritual o una foto abrazando un árbol. Eso no implica conexión. Eso es cero conexión con la Tierra.
La verdadera conexión con la tierra es a través de la reconexión y la sanación de los chakras en el cuerpo físico de los seres humanos que están en este proceso. Lo demás es parte del show de la vieja energía.
Ánimo
Eduardo Ostranjov
Canal Natural de Sanación Sirio 🌟