
18/03/2025
NOCHES DE TETA🤱🏻🥰😴
Dar teta es bellísimo, quizás una de las cosas más llenas de ternura y maravilla biológica.
Pero requiere paciencia, tiempo y esfuerzo.
Las mamás que damos teta sabemos bastante sobre sus paradojas, pues vivimos entre la ternura y el cansancio. Sobretodo por las odiseas nocturnas. 😴
Quizás nadie se da cuenta, pero las mamás que damos teta vivimos noches largas llenas de despertares intermitentes. Pasamos nuestras noches semidesnudas, con blusas estiradas que dan acceso al pecho rápido y fácil. A veces nos sorprende el frío de la madrugada y nos azota la espalda y el vientre desnudo, porque nos quedamos dormidas sin siquiera recordar cubrirnos.
Somos expertas en dar pecho acostadas, sabemos que así le sumamos minutos al sueño. Y es que el colecho nos ha entrenado para hacer posiciones acrobáticas que nos permitan dormir al mismo tiempo que bebé come. Aunque no nos exime del dolor muscular al día siguiente. 🤷🏻♀️
En plena madrugada hacemos nuestros cálculos matemáticos para sumar las horas de sueño que nos quedan antes de la siguiente toma. Y hacemos cálculos para alternar los pechos y acomodar al bebé para que se ajuste al pecho de turno. A pesar de eso tenemos un pecho favorito, quien sabe por qué, pero con ese todo es más fácil; curiosamente la mayoría de veces también es la teta favorita de bebé. Las dos la amamos. 🥰
Aprendimos a dormir con los sentidos alerta, aún no sé cómo explicar bien esto, pero por alguna razón podemos monitorear a nuestro bebé a pesar de estar dormidas. Despertamos de inmediato con el mínimo signo de que nuestro bebé necesita nuestra teta. 👌🏻
Después de cada toma, sabemos que nuestra labor no terminó, pues esto de dar teta es mucho más complejo. El bebé queda lleno, pero sigue enganchado de nuestra aroma, del rose de nuestra piel y del sonido de nuestra respiración. Así que debemos acostumbrarnos a dormir con nuestro pequeño abrazado a las costillas; no importa que tan grande sea la cama, bebé siempre se acerca al rinconcito de nuestro abrazo.
Tan cerquita, tan cerquita...que nos despierta de vez en vez un jalón de pelo, algún gancho al hígado y uno que otro manatazo en la mejilla.😅 Así va y viene el sueño, nunca constante, siempre interrumpido. 😴
Y es que, a veces pareciera que las noches son solo la segunda parte del dia.
Si hay algo que las mamás lactantes anhelamos con fuerzas es dormir plenamente, sin embargo, con la misma fuerza anhelamos que esta etapa de darle teta fuese eterna❤🥰. Así de raro y paradójico es. Así de caóticas son nuestras largas noches de lactancia.
¡Un abrazo mamitas valientes!🤱🏻💪🏻❤