21/03/2025
RENACER DEL ALMA...
Perder… qué verbo más devastador. No se pierde como se extravía una llave o se olvida un paraguas en la lluvia. Se pierde como se rompe el eje del alma.
El duelo no es un proceso: es una revolución interna, un incendio sagrado donde todo lo que éramos arde para dar lugar a lo que aún no sabemos ser.
El alma, en duelo, no busca consuelo; busca sentido. No quiere palabras bonitas, quiere verdades crudas. Porque doler no es una etapa… es un territorio. Y cruzarlo exige coraje: el de mirarse sin adornos, sin filtros, sin el maquillaje de la negación.
El adiós no es un punto final.
Es una grieta por donde se cuela la nueva luz. Pero antes de que llegue, nos habita la sombra: esa que duele, incomoda, y revela. Duelar es desnudarse de lo que fuimos, deshojar sueños que ya no serán, hablar con ausencias que siguen ocupando silla en la mesa y espacio en el pecho. Es el acto brutal de vivir con la piel volteada, donde hasta el aire arde.
Porque sí… recordar también lastima. Porque la memoria no respeta horarios ni permisos, aparece en medio del café o al borde de una risa, con la precisión de un puñal que sabe dónde clavar. Y, sin embargo, es lo único que nos queda.
Reagruparse interiormente no es reconstruirse igual: es construir desde el vacío. Es ser ruina y arquitecto. Es recogerse en los pedazos y descubrir que en el fondo del colapso también habita la semilla.
Duelo es una paradoja: creemos que vamos hacia el olvido, pero vamos hacia la transformación. No soltamos para dejar atrás, soltamos para seguir con menos carga, con más verdad. Y fluir no es rendirse, es confiar en que el cauce lleva, aunque aún no veamos el mar.
¿Y si el alma no se rompe, sino que se reinventa?
¿Y si perder no es el final, sino el inicio de nuestra forma más genuina?
¿Y si el dolor no vino a destruirnos, sino a despertarnos?
Tal vez renacer no sea volver a ser los de antes. Tal vez renacer sea, precisamente, atreverse a no ser nunca más los mismos.
Y ahí, justo ahí… comienza la vida después de la vida.
Créditos: Fernando D'Sandi