15/05/2019
Los analgésicos AINES como ibuprofeno, naproxeno, indometazina, celecoxib, ketorolaco y diclofenaco causan vasoconstricción de las arteriolas aferentes del glomérulo disminuyendo la filtración de o***a y además disminuyen el flujo sanguíneo en las arterias renales hacia los riñones. Es importante que se utiliza estos medicamentos para el alivio del dolor solamente en los momentos de verdadera necesidad y de manera puntual, y no de manera cotidiana ni a diario. El uso frecuente de estos medicamentos puede provocar y empeorar la hipertensión y la insuficiencia renal, y se debe evitar su uso en las personas deshidratadas, la tercera edad, personas que están tomando diuréticos, IECAS y ARA II (captopril, enalapril,lisinopril, valsartan, losartan, hidroclorotiazida, furosemida), personas con cirrosis y personas con niveles de creatinina igual o mayor que 1,8 mg/dL.
El acetaminofén, o paracetamol, en las dosis apropiadas, tiene menor probabilidad de provocar complicaciones renales comparado con los AINES. Sin embargo si se utiliza acetaminofén continuamente por meses o años puede causar una nefropatía analgésica que se llama nefritis tubulointersticial crónica. Así que siempre se debe usar el dosis correcto (en los adultos de 325 a 500 mg cada 4 horas y en los niños 10 a 15 mg/kg cada 4 horas) y nada mas por la cantidad de tiempo absolutamente necesario.
El uso de los analgésicos debe ser infrecuente para preservar la función renal.