15/03/2021
En un asombroso descubrimiento realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, los investigadores han dado un vuelco a décadas de enseñanza en los libros de texto al determinar que existe una correlación directa entre el cerebro y el sistema inmunitario. Durante años, los científicos han intentado correlacionar la relación entre ambos, pero carecían de pruebas para demostrar cómo nuestros pensamientos y sentimientos (nuestra neuroquímica) podían afectar a nuestra salud en general. Este innovador hallazgo podría tener importantes implicaciones en nuestra comprensión de cómo interactúan el cerebro y el sistema inmune. Esto permitirá a los científicos dirigir el sistema inmunológico en beneficio del cerebro.
Lo que esta correlación espera descubrir es la comprensión de cómo la inflamación comienza a crear -y a veces es responsable de- ciertas enfermedades. Por ejemplo, en enfermedades como el Alzheimer, la artritis reumatoide, la aterosclerosis, la esclerosis múltiple, el lupus y el autismo, cuando se suprime el sistema inmunitario y aumenta la inflamación, puede ocurrir una de estas dos cosas: que se active una nueva enfermedad en el organismo o que se agraven los síntomas de una enfermedad ya existente. ¿Por qué? Porque cuando vivimos con las hormonas del estrés durante largos periodos de tiempo, la inflamación aumenta y, por tanto, la función de nuestro sistema inmunitario se ve comprometida.
"Es una locura, pero quizá seamos campos de batalla multicelulares para dos fuerzas ancestrales: los patógenos y el sistema inmunitario. Parte de nuestra personalidad puede estar dictada por el sistema inmunitario", afirma Jonathan Kipnis, director del Departamento de Neurociencia de la UVA.
Este nuevo y emocionante avance científico podría explicar por qué estamos viendo tantas sanaciones sorprendentes en nuestros talleres. Cuando nuestros estudiantes entran en estados elevados del ser durante la meditación, abrazando sentimientos como el amor, la alegría o la gratitud, estas emociones impulsan nuevos modos de pensar. Esto, a su vez, crea una nueva química cerebral, devuelve la coherencia a nuestros cerebros y engendra nuevas conexiones sinápticas, que luego influyen en nuestros cuerpos de forma muy inmediata y directa. Al estudiar la capacidad de nuestra comunidad para realizar tales hazañas, la investigación independiente que mi equipo científico y yo hemos realizado en los últimos 2 años apoya plenamente esta doctrina.
Cuando las personas superan los estados emocionales limitados que las mantienen conectadas a experiencias pasadas, rompen con los hábitos redundantes y los programas automáticos, y cambian ciertas actitudes y creencias autodestructivas, las células de su sistema inmune se ocupan de regular nuevos genes. Esto significa que sus pensamientos y sentimientos están enviando señales a las células del sistema de defensa interno del cuerpo para que activen los genes sanos y produzcan mejores proteínas -también conocidas como anticuerpos sanos-, así como una serie de otras sustancias químicas beneficiosas para equilibrar y regular el cuerpo. Este proceso, a su vez, reduce la inflamación, suprime los tumores, moviliza las enzimas, etc.
Así que la próxima vez que te sientes a crear una vida mejor, un cuerpo más sano o una nueva experiencia, recuerda que tu cerebro y tu cuerpo nunca han estado separados y que el puente entre ambos es tu sistema inmune. Las células de tu cuerpo siempre han estado espiando a tu cerebro. Así que, ¿por qué no utilizar tu sistema nervioso -el mayor farmacéutico de la historia- para activar el ejército interno de tu cuerpo y crear un orden para ti cada día? Ni siquiera necesitas una receta.
