27/10/2025
Conectar con la naturaleza tiene un profundo impacto psicológico porque permite a la mente regularse, disminuir el estrés y reconectarse con el cuerpo. En el entorno natural, el sistema nervioso se equilibra y se activa una sensación de presencia que difícilmente se alcanza en la vida cotidiana acelerada. El contacto con la naturaleza ayuda a restaurar funciones psíquicas básicas: la capacidad de asombro, la contemplación y el silencio interno. Estos espacios favorecen la introspección y el reencuentro con partes de uno mismo que suelen quedar reprimidas por la exigencia o la sobrecarga emocional del día a día.