
25/08/2025
En la historia las parejas ingresan en tres instancias, hay parejas que vienen de terapias individuales y que tienen un ejercicio de la psicoterapia, y entonces cuando empieza a haber algunas disfunciones, frente a la posibilidad de que esta disfunciones se agranden, el terapeuta de ella o el terapeuta de él lo que hacen es citar al otro y entonces bueno hacen dos o tres encuentros de pareja.
Hay una instancia intermedia, que son cuando los problemas ya son las dificultades se han transformado en problemas y han intentado un intento de solución que fracasan, entonces empiezan a notar que hay algún síntoma en alguno de los integrantes o han elevado el tono de voz en las discusiones y en fin, entonces alguien de los dos decide.
Y la tercera, es cuando piden pista, cuando ya están con el agua hasta el cuello y dicen vamos, entonces, van para ver si el terapeuta puede resolver el problema que ellos no resuelven y fundamentalmente lo que hacen es colocar al terapeuta como un juez, que evalúa si el vínculo puede seguir adelante o no, entonces, muchas veces es tarde cuando aparece en ese tipo de emergentes y de necesidades de tratar de superar estas cuestiones sintomáticas.
La mayoría de las parejas vienen muchas veces entre el segundo y el tercer modelo. Más se acercan en el tercer modelo, con muchos años de reverberancias y sistematizaciones de la forma de comunicación, son las típicas parejas que cuando quieren hablar para solucionar aplican la misma regla de comunicación que los llevaron a la discusión, entonces terminan discutiendo de lo discutido. Están entrelazados en una madeja que muchas veces los terapeutas decimos: Ustedes compartan todo lo que quieran, no hablen de la pareja, no hablen de temas profundos, y una vez por semana acá vamos a hablar para que aprendan un modelo de análisis de pareja, para poder pensar.
Es entonces una herramienta fantástica, porque muchas parejas se han salvado justamente mejorando los niveles de comunicación que tienen.