
03/07/2024
Un día le pregunté al Silencio, que es madurar...
Madurar es entender que la Vida no tiene para ti un propósito, si no que uno mismo lo va a creando.
Madurar es descubrir que en el Silencio está la comunicación más bella de esta Vida.
Madurar es tener claro que la muerte es también parte del vivir y que el estar en paz con eso te liberará de miedos innecesarios.
Madurar es reconocer que no se trata de competir si no de colaboración.
Madurar es sembrar y cuidar de semillas de árboles que su sombra tu no disfrutarás.
Madurar es reconocerte como una célula más del gran cuerpo de la Tierra.
Madurar es entender que la mejor manera de contribuir a la salud colectiva es estar y vivir pleno uno mismo.
Madurar es aprender a aceptar la responsabilidad en cada una de tus acciones.
Madurar es atreverte a mirar y trabajar con todo aquello que no quieres ver.
Madurar es reconocer que el camino a la luz es atravesando tu propio obscuridad.
Madurar es el poder de agradecer de corazón el camino que nuestros ancestros fueron trazando, especialmente lo que nos disgusta.
Madurar es entender que mientras mas aprendes menos sabes.
Madurar es desarrollar la capacidad de encontrar la manera de que la alegría te acompañe aún cuando hay tormenta sobre tu Vida.
Madurar es despertar la fuerza para levantarse cada que te has caído.
Madurar es abrirte a la Vida y no seguir luchando con ella.
Madurar es saber que la sanación que vas encontrando es también para los que vienen después de ti.
Madurar es trabajar por la salud de cada una de tus relaciones.
Madurar es recordar que Dios vive en cada uno de nosotros.
Madurar es vivir en armonía contigo y con lo de afuera.
Sonríe a la Vida que a eso hemos venido.
Bendita sea cada una de nuestras relaciones.