01/12/2025
NO TOMES LO QUE NO ES TUYO (Cuentos Infantiles para leer)
Había una vez una comarca en la cual habitaba un sinfín ratones, y que estaba situada en lo profundo del sótano de una gran ciudad, aquí también vivía un intrépido ratón quien además de ser atrevido era un ladrón, Ton se llamaba el ratón de esta historia, él pretendía hacer honor a su nombre como buen ratón ladrón, soñaba con robar la más grande dotación de quesos, y cuanto más a su paso se pudiese apropiar, y el acto cometía con gran placer.
Cierto día se metió en un lío, que por andar husmeando en un almacén, en una trampa cautivo se quedó, pero Ton era habilidoso y solo pensó en escapar.
De tal modo vivía su vida, intentando sustraer lo ajeno, pero Ton Ratón no entendía consejo alguno, se sentía indestructible y con poder.
__ Ton, hijo mío, deja esa mala habituación, no te lleva a buen camino, y será tu perdición __ Decía su madre Tona Ratona.
Lo cierto es que, conseguir lo ambicionado ningún esfuerzo le costaba, y por ello necesitaba un escarmiento, mano dura y una lección que lo dejara quieto, y olvidara apropiarse de lo ajeno.
Pues a Ton no le importaba el modo en que los demás se ganaran sus quesos, no le importaba su esfuerzo, o cansancio, no le interesaba sufrimiento alguno, o las p***s ajenas, porque él solo ambicionaba tener todo en su poder, en cuanto más veía más pretendía hurtar, se sentía orgulloso de sus actos delictivos porque su vida le parecía perfecta, llena de color y vanidad.
__ Otra más para mi colección, otra para que me respeten, otra más para ser el mejor, otra más para estar seguro de que necesito más, y otra más para asegurarme de que pudo conseguir más __ Se decía Ton Ratón sin consideración, y sin remordimiento.
Los ratones en la comarca no sabían qué hacer para detener los hurtos y atropellos de Ton ratón ladrón, infinidad de veces había sido atrapado en el acto, y cuántas veces había escapado de su cautiverio.
Ton, sin compasión se apropiaba de los bienes, y no sentía pena, ni vergüenza, incluso se paseaba libre y satisfecho por toda la aldea, y tal parecía que no tuviese arrepentimiento, ni conciencia, ni mucho menos había quien le pusiera un alto.
__ Ese ratón encontrará su merecido, no es justo que trabajemos hasta el cansancio, y llega tan fresco y cómodo para apropiarse de nuestro esfuerzo y trabajo __ Protestaban los ratones.
Una tarde que Ton caminaba por los oscuros sótanos de un almacén, descubrio a una anciana Ratita cargando con dificultad su sustento diario, rápidamente,Ton pensó en cómo habría de apropiarse de su próximo botín, más bien este atraco sería demasiado sencillo de ejecutar.
De pronto sintió que garra de grandes uñas afiladas tocaba su espalda,Ton Ratón se quedó quieto y mudo, aquello sobrenatural lo hizo temblar de la cabeza hasta los pies. Por mucho que trato de abrir los ojos para ver de quién se trataba, Ton no pudo ver nada, sin embargo, aquella sensación extraña le causaba pavor y escalofríos.
__ _ ¿Quieeen, quiiieeenn eeerrresss? __ Pregunto Ton preso de pánico
__ No temas, soy tu conciencia _ Contestó la voz.
__ Mi conciencia, yo no tengo conciencia __ Señaló Ton
__ Por supuesto que, si la tienes y soy yo, y vivo en ti, y no debes temerme, siempre te he acompañado a todas partes, incluso las veces que te has apropiado de lo ajeno, como también cuándo has sido cautivo, ahí estoy yo, y la verdad me he divertido mucho, duermo tranquilo, me siento feliz y cómodo, además comparto tu proceder, soy tu más fiel sombra __ Indicó la conciencia.
__ ¡Nooo! __ Gritó Ton.
Ciertamente fue que, esa garra fría y peluda era demasiado fea, y horrible para que la llevase dentro de sí.
__ ¡Espera!... ¿Has dicho que viviremos juntos para siempre? __ Contesto Ton lleno de pavor.
__ Sí, y te explico, no tienes que rechazarme porque tú me has creado con tus abusos, me has alojado y me has alimentado con tu falta de respeto, y por siempre estaremos juntos, y de ahora en adelante viviremos en este sótano frío y oscuro, porque de tal modo es la vida que llevamos, pero ¿Sabes qué es lo que me alienta a seguir contigo? __ Añadió la conciencia.
__ No __ Agregó Ton Ratón preocupado.
__ Ja ja ja Amigo mío, que seremos el ejemplo de toda la generación de ratones que vienen tras de ti, porque, aunque sus padres traten de dar consejos y buen ejemplo, al final terminan por admirarnos y seguirán nuestros pasos, y sin lugar a equivocarme, algún día no muy lejano, alguno de esos ratones que sigan nuestro ejemplo terminará por hurtar a ti, quien obra mal, mal le va __ Subrayó la conciencia.
Ton ratón se quedó frío, no podía creer lo dicho, y pensó que esa voz era una trampa más que le tendían para aprenderlo, y aunque luchó por liberarse, le fue imposible, porque estaba atrapado y sin salida.
Pasaron los días, y Ton se dio cuenta de que si no hacía algo se quedaría cautivo para siempre, lamentó su forma de vida porque estaba en su propia trampa.
Ton Ratón sufría, y lloraba en silencio, estaba pagando caro el atrevimiento por abusar de los demás, y se arrepentía, pues ahora comprendía que los consejos de su madre tenían razón, lo reconoció, y valoró muchas cosas, valoro a su madre, porque ella era un tesoro preciado, como tambien lo era su libertad, su tranquilidad, su vida.
__ Y ¿Ahora cómo me libero? No quiero esta conciencia tan negra dentro de mi __ Pensó Ton Ratón.
__ Solo tienes que arrepentirte y enmendar tu camino, nunca es tarde, de lo contrario viviéramos el uno para el otro para siempre dentro de esta oscuridad _ Dijo su conciencia.
Ton se arrepintió de verdad, y aunque paso mucho tiempo para liberarse, respetando a lo ajeno cada día, finalmente lo logró, y dejó de ser Ratón ladrón para ser Ratón admirado, honesto, confiable, y respetuoso, fue como pudo salir de aquel túnel negro y frío.
Se apeno mucho de la vida fácil que había llevado, y optó por dedicar su vida a hacer el bien, a dar consejos, y a poner su ejemplo de honestidad, rectitud y transparencia. Fue un ratón muy confiable.
__ No tomes lo que no es tuyo, no lo tomes si no te ha costado, si no te lo has ganado, si no te pertenece, porque si un clavo te encuentras tirado en el suelo, ha de ser de alguien, y con seguridad a su dueño le habrá costado sacrificio, cansancio, fatiga, y esfuerzo poder adquirirlo. No tomes lo que no es tuyo, porque nadie trabaja por placer, aunque ame su trabajo, pues siempre habrá una necesidad que lo lleve a soportar una faena. No te apropies de nada que no te hayas ganado, aunque nadie te esté observando, y debes saber que este acto se llama respeto a lo ajeno, se llama honestidad, rectitud, y sólo quien conoce los valores y los lleva a la práctica posee estas grandes virtudes __ Concluyó Ton Ratón.
FIN
Autora. Amparo Martí
(Imagen de derecho reservado)
H. Matamoros, Tamaulipas, México.