Casa Amazir

Casa Amazir La Casa del Ser Libre.

24/08/2025

LA MADRE OVEJA NEGRA

La mamá oveja negra es aquella que decide cortar con mandatos patriarcales y crianzas adulto-centristas. Es la que se anima a seguir su instinto, aunque la familia o el círculo cercano la haga dudar. La madre oveja negra es la que decide con plena conciencia cortar relaciones nefastas sin importar el vínculo sanguíneo, cuando se percata de que esos lazos disfuncionales pueden afectar a sus crías. La mamá oveja negra es la que hace terapias de todo tipo para sanar sus heridas de la infancia y para sanar también su linaje femenino interno, muchas veces enceguecido por sus propias heridas no resueltas.
Las mamás ovejas negras somos las señaladas con el dedo, esas de las que siempre se cuchichea a sus espaldas, se cuestionan, se critican, se juzgan. En cada familia siempre hay una mamá oveja negra, valiente, que muchas veces se sintió sola, que muchas veces dudó si lo estaría haciendo bien pero que eligió el sexto sentido, el instinto, la tripa, la intuición.

En cada familia hay una mamá oveja negra que no solo tiene que trabajar en ella sino en toda la carga del trauma familiar que sus parientes, su pareja y amistades no quieren o pueden ver. Es solitario ser oveja negra… Pero un día cualquiera, más temprano que tarde, cuando la mamá oveja negra decide empoderarse y levantar la frente y la mirada en la pradera, avista a lo lejos a muchas otras ovejas caminando en el sentido contrario al de su rebaño, a contracorriente, como ella. Y cuando se detiene a observarlas mientras avanzan, calmadamente, de rabo a cabeza, algo mágico sucede: se da cuenta que no son ovejas negras, son ovejas dueñas de un brillo único, el que aporta el amor propio, la empatía, la conciencia y la evolución psicoespiritual.

Autor: Ana Acosta Rodríguez.

¿Eres tu la *mamá oveja negra* de tu «familia»

20/08/2025
20/08/2025
19/08/2025
19/08/2025
19/08/2025
19/08/2025

Cuando tu pareja engaña, todo cambia. No importa cuánto quieras volver a ser como eran las cosas; la risa, la seguridad, la paz mental; simplemente ya no es lo mismo. Ahora, siempre hay duda, siempre un temor persistente de que pueda suceder de nuevo. La confianza que una vez mantuvo la relación unida se rompe, y no importa lo mucho que intentes recoger las piezas, nunca parecen encajar como solían hacerlo.

Elegiste quedarte. Les diste otra oportunidad, no porque fuera fácil, sino porque creías en tu amor. Querías luchar por tu familia, por la vida que construisteis juntos. Y tal vez una parte de ti todavía esperaba que las cosas pudieran ser diferentes. Pero en lugar de curarse, se siente como si estuvieras luchando constantemente... Luchando con ellos, peleando contigo mismo, luchando contra los pensamientos en tu cabeza que no te dejarán descansar.

Cada respuesta tardía, cada momento que no están cerca, cada pequeño cambio en su rutina te hace cuestionar todo. ¿Están diciendo la verdad? ¿Estás siendo paranoico? ¿O todavía están escondiendo algo? No quieres vivir en sospechas, pero ¿cómo lo apagas cuando ya has sido traicionado? ¿Cómo confías en alguien que ya ha demostrado que puede mentirte?

Y luego está el agotamiento. La constante batalla emocional se está agotando. Tratas de perdonar, pero el dolor se arrastra en los momentos más inesperados. Un simple argumento se convierte en una lucha más profunda porque, en la raíz de todo, todavía estás sufriendo. Y no entienden por qué no puedes simplemente "seguir adelante" cuando para ti, no es tan simple. No se trata sólo de lo que hicieron; se trata de la forma en que te cambió, la forma en que quitó tu sentido de seguridad, la forma en la que te dejó sintiendo que nunca serás suficiente.

Así que te preguntas, ¿se supone que el amor debe sentirse así? ¿Quedarse es realmente la elección correcta? ¿O simplemente te estás aferrando a algo que ya no existe? Dicen que el tiempo cura.

19/08/2025

Papi de s@ngre hoy no te preocupes si no puedes venir a verme.
Tampoco te preocupes si hoy no puedes abrazarme, pues mi mami ya lo hizo.
Igual no te mortifiques si no tuviste tiempo para llamarme y desearme las buenas noches, mi mami ya vino a mi cuarto para darme un abrazo, desearme felices sueños y orar conmigo.
Igual papito, no te preocupes por si ya comí... mi mami ya me preparó mi comida favorita hoy y aprovechamos para pasar la tarde juntos.
Tampoco te preocupes por los zapatos rotos que tenía la última vez que nos vimos.
Mi mami pidió un préstamo en su trabajo y me compró lo que me hacía falta.
Igual ya no te mortifiques en conseguir para llevarme al doctor, ya mi mami lo hizo; y no sólo eso papi, también ha estado al pendiente de las horas de mis medicamentos y la he visto más de una vez entrar a mi cuarto sólo para checar mi frente pues tenía miedo de que siguiera con temperatura.
No te preocupes por mis estudios, útiles y gastos; mi mami ha trabajado duro para dármelos.
No te preocupes por hacerme a un lado de tu vida y de tu nueva familia... Mi mami es mi familia, junto a mis hermanos.
Igual papi... no te preocupes si no conoces mis gustos y también a mis mejores amig@s; pues igual, mis amig@s sólo conocen a mami, no consideré importante decirles que también tenía papi de s@ngre.

Padre es aquel que ama, cría, educa, guía, protege y es ejemplo.
No el que engendra y abandona y hay que estarlo persiguiendo haber si quiere dar sustento.

16/08/2025

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