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Siholistic nace de la idea del bienestar personal, considerando que este debería ser un derecho universal para tod@s, el objetivo principal es que las personas tengan salud y que puedan experimentar el equilibrio y la armonía de la mente, el cuerpo y el espíritu, haciéndote sentir mejor, porque no hay mejor sensación que estar bien con uno mismo, utilizo productos naturales de origen vegetal para nutrir las células que conforman tu cuerpo, puedo mejorar problemas de dolor localizado causado por lesiones contracturantes, ofrezco un tratamiento especifico para cada necesidad, todo esto a un precio muy accesible. Soy un ser que ha decidido dedicar su tiempo profesional, a minimizar el dolor físico, emocional y en ocasiones espiritual de sus semejantes. A echar una mano, (en este caso dos) a quien pudiera necesitarlo, quien además de darte el servicio también esta dispuesta a escucharte y si lo solicitas aconsejarte sobre tus no resueltos asuntos cotidianos.

Un masoterapeuta, al recibirte por primera vez, siente un temor parecido al tuyo, que es normalmente el de enfrentarse a lo desconocido, y aunque parezca que lo llevamos por la mano, nos pasa lo mismo que a los actores de teatro en su primera función. Nos hacemos muchas preguntas: ¿Está la consulta perfecta?, ¿Se sentirá cómoda la persona?, ¿Mi imagen, mis palabras y mis actos le causarán buena impresión? y la más importante...¿Conseguiré ayudarla a que mejore su cuerpo y su forma de encontrarse?. A la vez el usuario dispone de parecido miedo escénico, a no ser que ya haya ido en variadas ocasiones a otros establecimientos semejantes, y también se hace preguntas de tipo pudoroso: ¿Llevo las uñas de los pies arregladas?, ¿Me verá las estrías o la celulitis de mis...?, ¿Me va a ayudar realmente con mi problema o va a ser un charlatán?, ¿Huelo bien?, ¿Me voy a sentir cómodo/a?, ¿Cómo voy a ir con estos pelos?, etc. Los masoterapeutas, estamos al corriente de los miedos profundos de las personas a las que atendemos, e intentamos hacer lo posible para que la comodidad sea el estandarte de nuestro ofrecimiento y a partir de ahí, podamos establecer un vínculo armonioso desde dónde podremos mover las energías bienhechoras y naturales en un sentido siempre bidireccional en el que ambos salgamos inmensamente beneficiados. Utilizamos siempre nuestra sensibilidad, pero sobre todo nuestro amor al prójimo, un amor más allá de los sentimientos terrenales, que casi se encuentra entre el cielo y la tierra. Y desde dónde todas las preguntas anteriores se responden solas y de la misma forma: "Todo esta bien y en su justo orden". De esta forma podemos concentrarnos en lo importante, en el ser que se encuentra tumbado en nuestra camilla, en hacer que se relaje, que hable o que calle, que ria o que llore, que se tranquilice, o que se active, que exprese o se tense, que sienta placer o dolor, o ambos a la vez. Pero que realmente y en ese corto espacio de tiempo que dura el masaje, que la persona sea, con su cuerpo, con sus sentidos, con sus sentimientos, con su alma sintiéndose en paz y libertad. Esta es nuestra forma de proceder, y seguramente la mayor parte de los que nos dedicamos a ello, en otro sistema social en el que no hubiesen tantos impuestos ni tantos gastos por tener una puerta abierta al público, nos dedicaríamos a ello de forma altruista.