31/07/2025
El TDAH en Mujeres: La Influencia de las Hormonas y la Urgencia de un Enfoque de Género
El TDAH ha sido históricamente subdiagnosticado y malinterpretado en mujeres y niñas, en parte debido a una comprensión científica centrada en los síntomas que predominan en varones. Sin embargo, las investigaciones recientes demuestran que las transiciones hormonales que experimentan las mujeres a lo largo de su vida —como la pubertad, el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia— tienen un impacto profundo sobre los síntomas del TDAH, especialmente en la regulación emocional, el control de impulsos y la función ejecutiva (Quinn & Madhoo, 2014).
Diagnóstico tardío y subregistro en mujeres
Las mujeres y niñas con TDAH suelen recibir un diagnóstico mucho más tarde que los varones, si es que llegan a ser diagnosticadas. Esto se debe a múltiples factores, entre ellos, la presentación menos visible del TDAH en mujeres (generalmente inatenta o combinada, más que hiperactiva) y los estereotipos sociales que las empujan a enmascarar sus síntomas (Hinshaw et al., 2022). Muchas logran desarrollar estrategias de compensación durante la infancia, pero al llegar a etapas de mayor demanda (como la adolescencia o la maternidad), estas estrategias ya no son suficientes y los síntomas emergen con fuerza.
Función ejecutiva: desafíos ocultos
Las alteraciones en la función ejecutiva, como la dificultad para planificar, organizar, mantener la atención o regular el tiempo, son comunes en mujeres con TDAH. No obstante, estas dificultades se malinterpretan con frecuencia como falta de motivación, pereza o desorganización, lo que contribuye a un gran sufrimiento emocional y una autopercepción deteriorada (Young & Bramham, 2007). La invisibilización de estos síntomas agrava el riesgo de desarrollar comorbilidades como ansiedad, depresión o trastornos de la alimentación.
Hormonas y TDAH: una relación poco considerada
Las fluctuaciones hormonales influyen directamente en la intensidad de los síntomas del TDAH. Durante la pubertad, el aumento de estrógenos puede generar cambios abruptos en el estado de ánimo y la impulsividad. En el ciclo menstrual, la caída de estrógenos y progesterona en la fase premenstrual puede amplificar los síntomas, provocando mayor irritabilidad, dificultades cognitivas y labilidad emocional. Esta relación está subestudiada en la mayoría de los ensayos clínicos sobre tratamientos para el TDAH, que rara vez consideran las variaciones hormonales (Nigg et al; 2020).
4. Riesgos en la adultez: TDPM, depresión posparto y menopausia
El TDAH se asocia con una mayor vulnerabilidad a trastornos del estado de ánimo relacionados con los cambios hormonales. Por ejemplo:
Muchas mujeres con TDAH también presentan Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), una forma severa del síndrome premenstrual caracterizada por síntomas emocionales intensos (Eisenlohr-Moul et al., 2019).
Existe una mayor incidencia de depresión posparto entre madres con TDAH, posiblemente debido al agotamiento, la sobrecarga sensorial y la dificultad para adaptarse a nuevas rutinas (Sikirica et al; 2015).
Durante la perimenopausia, la disminución de estrógenos puede intensificar los síntomas de TDAH y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como la disfunción ejecutiva y los trastornos del sueño (Quinn, 2021).
5. Brechas en la investigación y en la atención
A pesar de los avances, existen aún profundas brechas en la investigación del TDAH con enfoque de género. La mayoría de los estudios se han centrado en poblaciones masculinas, dejando a las mujeres fuera del diseño de intervenciones eficaces. Como resultado, muchas mujeres no reciben el tratamiento adecuado, lo que impacta negativamente en su calidad de vida, relaciones interpersonales, desempeño laboral y salud mental (Nussbaum, 2012).
Es necesario promover estudios longitudinales que contemplen el estado hormonal y la experiencia vivida por las mujeres con TDAH. Solo así se podrá avanzar hacia intervenciones verdaderamente personalizadas que consideren los desafíos específicos que enfrentan en la vida real, incluyendo la maternidad, las relaciones afectivas, el autocuidado y la presión social.
Cerrar la brecha entre la ciencia, la atención clínica y la vida cotidiana de las niñas y mujeres con TDAH es urgente. Un enfoque informado por el género, empático y adaptado al ciclo vital femenino no solo mejoraría los resultados clínicos, sino que también empoderaría a millones de mujeres a comprender mejor su funcionamiento y a vivir con mayor bienestar.
Eisenlohr-Moul, T. A;Girdler, S. S; Schmalenberger, K. M; Dawson, D. N; Surana, P., & Bowers, S.L(2019) Investigating mechanisms of PMDD. Current Psychiatry Reports, 21(8), 70.
Hinshaw, S. P;Arnold, L. E; & MTA Cooperative Group (2022) Attention-deficit hyperactivity disorder, gender, and comorbidity. Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology.
Nigg, J.T; Karalunas, S. L; Gustafsson, H. C; et al. (2020). ADHD and hormonal influence: A review. Biological Psychiatry, 88(2), 123–131.
Nussbaum, N.L (2012) ADHD and female-specific concerns: A review of the literature and clinical implications. Journal of Attention Disorders, 16(2), 87–100.
Quinn, P. O; & Madhoo, M. (2014) A review of attention-deficit/hyperactivity disorder in women and girls: Uncovering this hidden diagnosis. The Primary Care Companion for CNS Disorders, 16(3).
Quinn, P. O. (2021). Understanding the female experience of ADHD across the lifespan. In: Understanding Women with ADHD. Additude Press.
Sikirica, V., Flood, E;Dietrich, C. N; Quintero, J., & Harpin, V. (2015). ADHD and parenting stress: An international survey of parents. BMC Psychiatry, 15, 220.
Young, S; & Bramham, J (2007). ADHD in adults: A psychological guide to practice. Wiley-Blackwell.