23/07/2025
Sabias palabras del taita alejandro:
"๐๐ฎ ๐๐ฟ๐ฎ๐บ๐ฝ๐ฎ ๐ฑ๐ฒ ๐น๐ฎ ๐๐ฟ๐ถ๐ฏ๐ "
"Este fin de semana fui invitado a compartir mi palabra en uno de los eventos de chamanismo intercultural mรกs grandes de Europa.
Allรญ, en el corazรณn de Italia, nos reunimos curanderas y taitas no sรณlo de Amรฉrica, sino de todo el mundo.
Porque sรญโฆ aunque a veces se olvida, el chamanismo no es exclusivo de la Amazonรญa ni de los Andes. Estรก vivo en las tundras de Siberia, en las sabanas africanas, en las montaรฑas de Japรณn, en las raรญces del viejo continente.
Y lo mรกs bello no ocurriรณ sobre el escenario. Fue en un momento รญntimo, sin pรบblico, cuando crucรฉ la mirada con un taita del Brasil. No hablamos. No nos contamos nuestras biografรญas ni mostramos nuestras credenciales. Solo nos miramos y nos reconocimos. No por las plumas ni los collares. Sino porque el alma sabe cuรกndo tiene delante a alguien que camina el mismo sendero invisible.
En una de mis conferencias tratรฉ este tema que te quiero compartir hoy, hay una trampa sutil, y muy peligrosa, es la trampa de la tribu. Y con lleno total el auditorio empecรฉ ha hablar asรญ.
La trampa de la tribu, de la aldea, es ese pensamiento infantil, territorial, que cree que su forma cultural es la รบnica verdadera. Que su taita es el รบltimo descendiente del jaguar. Que su ceremonia es la mรกs pura. Que su linaje es el original. Es ese niรฑo enojado que quiere imponer en su jardรญn escolar a toda costa que su mamรก sea la mรกs hermosa y su papรก el mรกs fuerte del mundo.
Y no nace de maldad, es un proceso natural del chamanismo: sentir que tu taita es el รบnico sabio, es cariรฑo sรญ pero tambiรฉn encierra. Aรญsla. Nos convierte en una secta de una pureza ficticia.
He leรญdo, mรกs veces de las que quisiera, noticias como:
"Ha mu**to el รบltimo shaman de la Amazonรญa."
ยฟCuรกntas veces mรกs vamos a matar al mismo anciano?
Lo digo riendo, pero tambiรฉn con claridad: esa necesidad de tener โal รบltimoโ, โal autรฉnticoโ, โal verdaderoโ, es un sรญntoma del miedo e ignorancia. El miedo de descubrir que la sabidurรญa no termina y no tiene pasaporte especรญfico.
La Interculturalidad es el alma madura de los pueblos. Salir de la aldea no significa traicionar la raรญz. Significa abrirte al mundo. Cuando dejamos de pelear por โquiรฉn tiene la verdadโ, y empezamos a escuchar el alma del otro sin sentirnos amenazadosโฆ ocurre el milagro de la interculturalidad.
La interculturalidad no es someterse a la cultura ajena como si fuera un museo. Es dejarse tocar por ella. Aprender de ella. Descubrir que no vinimos a competir con linajes, sino a custodiar un fuego comรบn.
No se trata de que todas las culturas digan lo mismo. Se trata de que cada una canta su canciรณn al gran poema del misterio. Y cuando las culturas maduras se encuentran, no hay conflicto, hay retroalimentaciรณn, escucha y mรบsica.
Todos los dรญas veo publicaciones virales de mensajes que, en nombre de la protecciรณn cultural, hieren. Gente que grita โAhoโ el fin de semana, y lanza veneno en sus redes sociales el lunes a quienes no son de su tribu. Palabras disfrazadas de sabidurรญa que en realidad solo vomitan resentimiento.
ยฟDรณnde estรก la medicina, entonces?
Mi abuelo Demetrio decรญa:
โLa palabra tiene que ser flor, medicina o silencio.โ
Lo demรกs es violencia con disfraz de tradiciรณn.
No me interesa convertirme en juez de caminos ajenos ni custodio de verdades prestadas.
No vine a seรฑalar quiรฉn merece o no estar en un altar, ni a repartir diplomas invisibles de autenticidad.
Por eso no vigilo lo que otros hacen con las plantas.
Me vigilo a mรญ.
Porque las plantas no me fueron dadas para que opine sobre otros, sino para que no me olvide de mรญ mismo.
Me vigilo para no intoxicar la medicina con mis propias sombras no reconocidas.
Para que cuando cante al espรญritu de la selva, no lo haga desde el resentimiento.
Para que cuando hable de interculturalidad, no sea el dolor disfrazado de discurso sagrado.
Porque uno no se vuelve medicina por hablar de medicina.
La medicina no se predica. Se encarna.
Y cuando estรก viva en ti, no necesita imponerse, se siente.
Se vuelve presencia. Se vuelve acto. Se vuelve coherencia entre lo que dices, haces, piensas y callas.
La belleza de tu palabra revela el lugar desde donde la dices.
Y eso, ningรบn collar, ningรบn linaje, ningรบn viaje a la selva puede fingirlo.
Si hablas desde el miedo, se escucha miedo.
Si hablas desde la herida, aunque uses palabras bellas, se huele el dolor.
Y si te enfocas en tu camino, tu proceso personal desde lo vivido, desde el misterio que te ha rendido una y otra vezโฆ entonces, incluso el silencio habla.
Cuando te atreves a mirar mรกs allรก de tu aldea, uno se descubre un poco menos colombiano, italiano o brasilero y se convierte en un ser humano, sin fronteras, habitante de la madre tierra.
Palabras mรกs o menos, asรญ hablรฉ en mi ponencia.
Y al final del encuentro, entre tantas conferencias, tambores y cantos, sucediรณ.
No fue durante un discurso, ni en medio de una ceremonia.
Fue en el momento mรกs simple, mรกs humano, mรกs real.
Nos vimos. Yo venรญa caminando por el sendero, รฉl desde el otro lado.
No hablรกbamos el mismo idioma. Nunca habรญamos compartido palabras. Pero eso no es necesario para los curanderos.
Nos miramos.
Sonreรญmos. Nos abrazamos
Nos reconocimos.
No por las plumas, ni los collares, ni los cantos.
Nos reconocimos porque ambos hemos caminado descalzos por la noche oscura del alma.
Porque ambos escuchamos a ayahuasca cuando enseรฑa que no hay una sola forma de honrar la vida, y que el otro no es una amenaza, sino una posibilidad.
En ese gesto sin palabras, comprendรญ de nuevo que la verdadera sabidurรญa no necesita traducciรณn. Que cuando la medicina es real, vibra en el cuerpo, danza en el espรญritu y se reconoce en la mirada del otro.
Y en ese instante, en esa sonrisa compartida con el taita del Brasil, sin idioma en comรบn, recordรฉ esta frase que te quiero dejar hoy: el chamanismo es un acto de memoria y que estamos recordando que mรกs allรก de las banderas, los nombres, las tradiciones y los acentos, los pueblos medicina nos estamos reencontrando.
No para uniformarnos.
Sino para unirnos en la belleza de caminar juntos fuera de la zona de nuestra aldea.
Con una tribu mรกs grande"
Taita Alejandro