
06/06/2025
Los dulces costaban más o menos lo mismo en las dos tienditas, pero los niños preferían una y evitaban la otra.
¿Por qué?
Porque en una tienda, cuando un niño pedía:
— Me da 300 gramos de dulces, por favor, — el señor de la tienda ponía primero como medio kilo en la báscula y luego empezaba a quitar hasta que quedaban los 300 gramos exactos. Y el niño veía cómo cada vez había menos dulces.
En cambio, en la otra tienda —la favorita de todos— el tendero ponía muy poquitos al principio, unos 100 gramos, y luego iba agregando más y más, hasta llegar a los 300. Y a los niños les encantaba ver cómo les iban echando más y más dulces.
Y por eso iban donde les “daban”, no donde les “quitaban”.
Aunque al final eran los mismos 300 gramos de caramelos.
En la vida, no importa lo que hagas… hazlo de tal manera que parezca que estás “sumando”, no “restando”.
Página: Comodidad.