
09/07/2025
1. Prestar más atención
La atención es el primer paso para una buena memoria. Muchas veces creemos que olvidamos cosas, cuando en realidad nunca las registramos bien por no prestar suficiente atención. Richard Restak sugiere visualizar lo que escuchamos, como los nombres o conceptos, en nuestra mente. 😲
2. Desafiar la memoria
La memoria necesita ejercitarse igual que un músculo. Restak recomienda actividades como memorizar listas, aprender recetas de memoria o hacer rutas sin GPS. Este tipo de entrenamiento cotidiano fortalece la memoria a corto y largo plazo, manteniéndola activa y adaptable con el tiempo.🤓
3. Jugar para entrenar
Los juegos mentales como el ajedrez, los crucigramas o el juego de “20 preguntas” estimulan distintas áreas cognitivas. Estos pasatiempos refuerzan la lógica, la memoria de trabajo y la capacidad de asociación, promoviendo conexiones neuronales más fuertes y ágiles.🧐
4. Leer novelas
La lectura de ficción es un excelente entrenamiento para la memoria, ya que obliga al lector a recordar personajes, tramas y detalles de capítulos anteriores. Este esfuerzo consciente por mantener la narrativa refuerza las conexiones cerebrales relacionadas con la retención de información.
5. Limitar el uso de tecnología
Restak advierte sobre los riesgos de depender demasiado de la tecnología para recordar cosas. Anotar todo en el móvil o depender del GPS debilita la memoria natural. Además, la constante distracción tecnológica afecta la concentración.
6. Trabajar con un psicólogo
La salud emocional está estrechamente ligada a la memoria. La depresión o la ansiedad pueden dificultar la capacidad de recordar. Restak señala que la amígdala y el hipocampo, regiones cerebrales involucradas en la emoción y la memoria, están conectadas. Buscar ayuda psicológica puede mejorar la memoria indirectamente.
7. Valorar la preocupación
Es normal olvidar cosas pequeñas, pero olvidar información crítica podría ser señal de un problema mayor. Restak recomienda prestar atención al tipo de olvido que se experimenta. Consultar a un especialista cuando los olvidos afectan la vida diaria es esencial para una intervención temprana.