
16/06/2025
Un día, tu hijo(a) se sentará frente a alguien que no conoces y hablará de ti.
* De cómo lo abrazabas o de cómo lo ignorabas.
* De si lo escuchaste o solo lo corregiste.
* De si tu voz era un refugio o solo una tormenta.
Y en ese momento, tú ya no estarás ahí para explicar nada. Solo quedará su versión, su recuerdo, su herida o bien, su fortaleza.
La infancia no es solo una etapa, es el cimiento de toda su vida emocional. No lo estás criando para que te obedezca, lo estás criando para que un día pueda enfrentarse al mundo con dignidad, con seguridad, con amor propio.
Sí, es difícil; nadie dijo que formar un alma sería fácil, pero si vas a equivocarte, que sea desde el amor, no desde la indiferencia.
Si vas a fallar, que sea luchando, no rindiéndote. Que cuando ese hijo(a) hable de ti, lo haga con gratitud en el alma, con lágrimas de amor en los ojos y con el orgullo de saber que tuvo a un padre o una madre que nunca dejó de intentarlo.
Creditos al autor: Daniel Dueñas ✍️.