06/07/2025
𝗧𝗥𝗔𝗦𝗧𝗢𝗥𝗡𝗢 𝗡𝗘𝗚𝗔𝗧𝗜𝗩𝗜𝗦𝗧𝗔 𝗗𝗘𝗦𝗔𝗙𝗜𝗔𝗡𝗧𝗘: 𝗖𝗢𝗠𝗣𝗥𝗘𝗡𝗗𝗘𝗥 𝗠𝗔𝗦 𝗔𝗟𝗟𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗖𝗢𝗡𝗗𝗨𝗖𝗧𝗔 𝗗𝗘𝗦𝗔𝗙𝗜𝗔𝗡𝗧𝗘
El Trastorno Negativista Desafiante (TND) es con frecuencia malinterpretado como simple mala conducta o falta de límites. Sin embargo, desde una perspectiva profesional, es crucial reconocer que este trastorno implica mucho más que actitudes desafiantes: representa una forma de expresión emocional profundamente alterada, que refleja dificultades internas no siempre evidentes.
Los niños con TND suelen presentar un patrón persistente de irritabilidad, discusiones frecuentes con figuras de autoridad, resentimiento, actitud desafiante y comportamientos provocadores. Aunque estas conductas pueden parecer intencionales, muchas veces son manifestaciones de un malestar emocional que el menor no sabe canalizar de otra forma. A diferencia del Trastorno de Conducta, estos niños sí distinguen entre el bien y el mal, y pueden sentir culpa por sus acciones, lo cual indica que no buscan dañar, sino ser comprendidos.
Es común que estas conductas inicien en la etapa preescolar o durante los primeros años escolares, afectando gravemente el desarrollo social y académico. No obstante, es un error limitar la intervención a castigos o reprimendas. Estos niños no necesitan sanciones sin contexto; necesitan guía, estructura y sobre todo empatía profesional.
Desde el enfoque clínico, el TND debe abordarse con estrategias terapéuticas especializadas, intervención familiar y acompañamiento psicoeducativo.
La clave está en construir puentes que les permitan desarrollar habilidades de autorregulación emocional, reforzar su autoestima y aprender a relacionarse de manera sana con su entorno.
Educar con empatía no significa justificar las conductas desafiantes, sino entender sus causas y ofrecer respuestas efectivas. La psicología no busca encasillar, sino abrir caminos hacia la transformación. Y detrás de cada niño con TND, hay una historia que merece ser comprendida antes de ser juzgada.
Comprender el Trastorno Negativista Desafiante es un acto de conciencia. Intervenir desde la empatía y la evidencia, un acto de responsabilidad.