09/08/2025
Ojo
🔰 ¿Por qué la ciencia relaciona a las encías sangrantes con el Alzheimer?
Tener encías sanas no solo es importante para conservar nuestros dientes, también podría ser clave para proteger nuestro cerebro. En los últimos años, la ciencia ha encontrado una posible conexión entre la enfermedad periodontal (cuando las encías están inflamadas y sangran) y la enfermedad de Alzheimer, el tipo más común de demencia.
🔍 El vínculo bacteriano
Cuando las encías sangran, significa que la barrera natural que las protege está debilitada. Esto abre la puerta a que bacterias como Porphyromonas gingivalis, una de las principales causantes de la periodontitis, entren al torrente sanguíneo.
Estudios han demostrado que esta bacteria, o sus toxinas, pueden llegar hasta el cerebro, donde provocarían:
✔️ Inflamación crónica de los tejidos cerebrales.
✔️ Producción excesiva de beta-amiloide, proteína asociada a las placas características del Alzheimer.
✔️ Daño a las neuronas y alteración de la proteína Tau, que participa en la memoria y el aprendizaje.
📈 ¿Qué dice la investigación?
✔️ En cerebros de pacientes con Alzheimer se han encontrado restos de P. gingivalis y sus enzimas tóxicas (gingipains).
✔️ En modelos animales, infectar las encías con esta bacteria provoca pérdida de memoria y lesiones cerebrales similares a las del Alzheimer.
✔️ Las personas con enfermedad periodontal severa presentan mayor riesgo de deterioro cognitivo en comparación con quienes tienen encías sanas.
🛡 La buena noticia: ¡es prevenible!
Mantener las encías libres de inflamación y sangrado puede reducir la entrada de bacterias a la sangre y, potencialmente, al cerebro.
Para lograrlo:
✔️ Cepíllate dos veces al día con técnica correcta.
✔️ Usa hilo dental o cepillos interdentales todos los días.
✔️ Acude al dentista cada 6 meses para una limpieza profesional.
Si notas sangrado frecuente al cepillarte, no lo ignores: es una señal temprana de enfermedad periodontal.
💡 En conclusión, la salud de tus encías podría estar más conectada con la salud de tu cerebro de lo que imaginamos. Proteger tu sonrisa también podría ayudar a proteger tu memoria.