13/06/2025
La salud mental no es un lujo, es una necesidad.
Vivimos en una sociedad que ha normalizado el estrés constante, la ansiedad silenciosa y la desconexión emocional. Sin embargo, la salud mental influye en cada aspecto de nuestra vida: en nuestras relaciones, en nuestro desempeño laboral o académico, en nuestras decisiones y en nuestra calidad de vida.
Según datos de la OMS, 1 de cada 8 personas en el mundo vive con un problema de salud mental. Y aun así, el estigma sigue impidiendo que muchas de ellas pidan ayuda.
No se trata solo de evitar una crisis emocional, sino de aprender a vivir con equilibrio, herramientas y conciencia.
Hablar de salud mental es hablar de prevención, de autocuidado, de educación emocional y de acceso a servicios profesionales que realmente funcionen.
Ignorar la salud mental tiene consecuencias: aumento de enfermedades psicosomáticas, rupturas familiares, baja productividad, violencia, adicciones, aislamiento.
Cuidarla, en cambio, genera comunidades más empáticas, funcionales y resilientes.
Es momento de dejar de ver la salud mental como un tema secundario.
Incorporémosla en nuestras conversaciones, nuestras escuelas, nuestros espacios de trabajo y nuestras políticas públicas.
Porque una mente en equilibrio es tan vital como un cuerpo sano.