08/09/2025
Estar físicamente no significa estar presente.
Muchos padres creen que con estar bajo el mismo techo ya cumplen.
Pero la verdad incómoda es esta:
👉 Revisar el celular mientras tu hijo te habla no es escuchar.
👉 Responder con monosílabos no es interesarte.
El silencio más doloroso no es el de un hijo que no habla…
Es el de un padre que nunca escucha.
Estás en casa… pero no estás para tu hijo.
Un padre ausente no siempre es el que se fue… también es el que está, pero nunca escucha.
La falta de escucha activa genera una desconexión profunda:
👉 El hijo deja de contar porque siente que estorba.
👉 El padre cree que “todo está bien” porque no hay problemas visibles.
👉 Pero lo que en realidad se construye es un muro invisible que crece cada día.
La Comunicación No Violenta enseña que escuchar no es callar:
👉 Es mirar a los ojos.
👉 Es dejar de interrumpir.
👉 Es validar lo que tu hijo siente aunque no estés de acuerdo.
TESTIMONIO REAL
“Mi papá estaba siempre en casa… pero nunca tenía tiempo para escucharme. Aprendí a callar porque entendí que lo mío nunca era importante para él.” (Andrés, 19 años)
EJEMPLO + EJERCICIO PRÁCTICO
Situación típica:
Hijo: “Hoy me fue mal en el examen…”
Padre común: “Ajá, luego me cuentas, estoy ocupado.” → ❌ mensaje: lo tuyo no importa.
Alternativa Comunicación No Violenta (CNV) en 3 pasos:
1. Pausa: deja lo que estés haciendo aunque sea 2 minutos.
2. Escucha: “Cuéntame qué pasó.”
3. Valida: “Entiendo que te sientas frustrado, ¿quieres que pensemos juntos cómo mejorar?”
👉 FRASE PARA RECORDAR: “Escuchar no quita tiempo… da vida al vínculo.”
CONSEJO FINAL
El tiempo de calidad no se mide en horas, sino en atención.
👉 Cinco minutos de escucha real valen más que horas de silencio compartido.
👉 Un hijo que se siente escuchado no busca atención en cualquier otro lado.
Tu hijo no se aleja el día que decide no hablarte.
Se aleja el día que, hablando contigo, entendió que jamás lo ibas a escuchar.
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