29/10/2025
Cuando la tehuana muere
para vestirla es un ritual,
con su huipil de costura,
rabona o enagua de olan,
sus aretes, su mascada,
sus listones y un collar
y la más fiel de sus amigas
sus cabellos va a trenzar,
pues Dios la trajo bonita
y bonita se la va a llevar,
acostada esta en el piso
y sus familiares a un lado,
sentadas en sus butaques
con llantos desconsolados,
todas vestidas de luto
las miras por todos lados,
con un chal negro en la cabeza,
pero lo traen amarrado
y el aroma del incienso
purificando el pecado,
tiene puesto el huipil grande
y así la van a enterrar,
porque es tehuana bonita
descendencia de mamá,
hasta nunca xhunca hermosa,
hasta nunca stine' ñaa’,
dolor tan grande xha badu’
qué dolor tan grande ñaa’.
Unos arreglan el anda
donde la van a cargar,
con una sábana blanca
y un tápalo negro va
que lleva flecos colgados
como ella lo supo usar
cuando lo ponía en sus hombros
y que iba algún lugar;
se sube el ataúd al anda
y cuatro la van a cargar
y así se van relevando
y el cortejo andando va
rumbo a la iglesia del barrio
donde le van a rezar,
misa de cuerpo presente
y llevarla a sepultar,
la banda va a tras tocando
música tradicional, los familiares llorando
y en silencio los demás,
otros miran a las tehuanas1
que son lindas para llorar
y de ahí baja el ataúd
ya todo se va a acabar,
los llantos se oyen más fuertes,
la tierra la va a tapar,
escalofrió y sentimiento
la banda tocando esta,
espejito compañero
y como Dios nunca muere,
Sandunga, por dios mama.
Autor: Jesús Ramírez Hernández