17/05/2025
                                            Hay una parte del duelo de la que nadie habla…
Esa tortura silenciosa de tener que avisar que él ya no está.
No a los amigos, ni a la familia cercana —ellos ya lo saben—
Me refiero al taquero de los martes,
al señor del pollo rostizado que le guardaba la pieza más jugosa,
a la señora de la tienda que preguntaba “¿y el joven no vino hoy?”
Y una, con el alma hecha trizas, tiene que tragarse el n**o en la garganta y decir:
“Falleció…”
Y lo peor es que hay que repetirlo.
Una y otra vez.
Como si el dolor fuera un formulario que hay que llenar en cada esquina.
Porque cuando alguien se muere… tú te quedas a cargo de repartir la noticia,
aunque eso signifique revivirla mil veces. 😢😢😢😭